Los feligreses llegaron temprano ayer al santuario del Santo Cerro para celebrar, este miércoles, el Día de la Virgen de las Mercedes, patrona de los dominicanos.Como cada año, acuden al lugar para pedir a la virgen que interceda para curar alguna enfermedad, o para dar gracias por un favor recibido. Tampoco faltan los pedigüeños que se ubican con antelación en la entrada de la iglesia en busca de caridad.
Para hoy se tienen previsto varios oficios religiosos, incluida la misa central a cargo del obispo de la diócesis de La Vega, monseñor Antonio Camilo.
Mientras que algunos vendedores llegaron desde el pasado lunes y colocaron sus carpas para la venta de diversos productos, desde imágenes de la virgen y artesanías religiosas. Otros se dedican a la venta de comida, frituras o de los tradicionales roquetes y hojaldres.
Víctor Manuel Martínez, residente en Santiago, tiene ya dos días instalado en el Santo Cerro para ofertar sus productos comestibles.
Desde la mañana del martes, cientos de estudiantes de escuelas y colegios llegaron a la zona para integrarse a los trabajos de organización.
Esta vez es menos la presencia policial en todo el trayecto desde la autopista Duarte hasta el santuario, donde cada 24 de septiembre acuden a la festividad de la patrona de República Dominicana.
La Iglesia católica ha usado el término Mercedes como sinónimo de gracia, dádiva y misericordia, por eso la reconocen como la Virgen de la Misericordia.
Según la historia, la devoción por la Virgen se consagró a partir del terremoto de nueve grados que azotó a la isla el día 8 de septiembre de 1615, dejando más de 20 personas muertas en la ciudad de Santo Domingo.
Diego Gómez de Sandoval, gobernador de La Española, declaró a la Virgen de las Mercedes Patrona de la isla. Anteriormente la festividad de la Virgen era conmemorada para la fecha del citado terremoto, pero posteriormente, para el 1740, esa festividad fue cambiada para el 24 de septiembre.