Los feos, los mejores amantes sexuales
Todo parece indicar que el prototipo de hombre 10 ya no es el hombre bandera, perfecto, sexy, musculado y terriblemente guapo. O, por lo menos, depende a qué territorio o sector nos refiramos. Siempre nos han llamado la atención los altos y fuertes, los de apariencia dura y, por qué no decirlo, mucho más machitos. Vamos, esos que nos podían proteger y a los que nos imaginábamos, al segundo, en la cama.
Y es que las fantasías sexuales han hecho mucho daño al poder sexual de un hombre. ¿Por qué? ¿Creéis sinceramente que solo los hombretones son buenos en la cama? Es más, ¿creéis que estos son, lo que diríamos, cracks del sexo? Pues algo más equivocadas estamos. Porque un reciente estudio ha confirmado que todo lo contrario… ¿Sabéis quiénes son los mejores amantes sexuales? Sí, exacto, lo has leído en el titular… Los feos.
Es cierto que el atractivo nos entra por los ojos en cuestión de segundos. Pero esta es la perfecta comprobación que no hay que juzgar a nadie sin saber, ni sin conocerlo. Y sobre todo, sin explorarlo en todos los campos… Y, ¿sabéis qué diferencia a un as en la cama de otro que no se esfuerza tanto? Precisamente su belleza física. ¿Qué tendrá que ver?, pensaréis.
Pues es muy sencillo. Mientras que un hombre guapo cree que lo tiene todo ganado, hablando en plata, un chico que es menos agraciado considera que se debe esforzar tanto como pueda para cubrir sus deficiencias físicas. Pero esto no termina aquí, porque al parecer, los feos tendrían otra cualidad que a las mujeres nos vuelven locas de forma inconsciente.
Y ésta es la de la fecundidad. Tenemos un historial evolutivo en nuestra cabeza. Y, como os decíamos, no somos conscientes de ello. Por esta razón, siempre hemos buscado a los hombres más fuertes para estar con Nosotras, por la idea de protección evolucionada desde épocas primitivas. Y estrictamente relacionado, nos encontramos con la idea de fecundidad, algo que las mujeres de aquella época también buscaban como ideal de la evolución.
Los feos, siendo claras, también son mucho más fecundos que los hombres más atractivos. Así que todo parece indicar que el partido lo tienen ellos ganado. Ahora falta verse si lo demostramos cada una en nuestra intimidad. ¿Lo llevarás a la práctica, comprobándolo así tú misma?