Los partidos se unen en defensa de la soberanía nacional
El tema haitiano no solo ha concitado la atención a nivel nacional e internacional, sino que también ha servido para unificar a la oposición y al oficialismo en una férrea defensa del derecho soberano que -aseguran- tiene la República Dominicana para implementar su política migratoria.
La línea defensiva en esta oportunidad no solo la encabeza el gobierno, sino que se han sumado con un tenaz discurso los partidos Revolucionario Moderno (PRM), Reformista Social Cristiano (PRSC), Alianza País (Alpaís) y Revolucionario Dominicano (PRD), que con sus respectivos aliados políticos, consideran que el país no puede aceptar presiones de organismos internacionales.
En el PRM, tanto su candidato presidencial Luis Abinader, como el ex mandatario Hipólito Mejía, han sido enfáticos en señalar que toda sociedad tiene derecho a controlar sus migraciones.
“Ninguna sociedad en ningún país puede vivir con inmigrantes irregulares, las inmigraciones irregulares no son buenas ni para el inmigrante ni para el país, pues no hay ningún control para ello”, proclamó Abinader en torno al tema.
De su lado, Mejía estimó que la soberanía nacional no puede estar en juego bajo ninguna circunstancia, independientemente, de que se les dé un trato justo a los afectados por el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros.
El presidente de Alianza País, Guillermo Moreno, también se sumó con su planteamiento a los sectores que entienden que el país es soberano y tiene todo el derecho y la obligación de regularizar a los extranjeros que están en el territorio nacional.
Ayer Federico Antún Batlle, presidente del PRSC, estimó a través de su cuenta de Twitter: “Los Reformistas no vamos a renunciar al sagrado deber y compromiso de defender nuestro país como nación soberana que somos”.
Asimismo, el presidente del PRD y aliado del gobierno, Miguel Vargas Maldonado, durante una plenaria de la Internacional Socialista, en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), enfrentó las críticas al país por la regularización de los extranjeros ilegales.