Más cerca de una vacuna contra el ántrax
Científicos de la Universidad de Cardiff, en Gales están coordinando un proyecto de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para desarrollar una vacuna contra el carbunco -también conocido como ántrax- y ayudar en la lucha del bioterrorismo.
La investigación se lleva a cabo debido a un creciente temor por un potencial abuso de la infección bacteriana que puede ser mortal.
Al mismo tiempo el estudio podría ayudar a las poblaciones de Asia Central donde la enfermedad es un problema, tanto en humanos como animales.
Los científicos esperan desarrollar una vacuna más efectiva de la que se tiene actualmente.
El profesor Les Baillie, de la escuela de farmacia y ciencias farmacéuticas, está dirigiendo el estudio en el que colaboran científicos de Estados Unidos, Turquía y la antigua república soviética de Georgia.
Infección letal
El carbunco es causado por la bacteria Bacillus anthracis que forma esporas.
El contacto con las esporas puede infectar la piel, los pulmones o el sistema digestivo causando complicaciones que pueden ser mortales.
Los esfuerzos para desarrollar vacunas más efectivas contra el carbunco se han visto obstaculizados debido a que hasta ahora ha sido imposible para los investigadores probar las vacunas en ensayos con humanos.
“Los ataques en el servicio postal de Estados Unidos en 2001 pusieron de manifiesto la vulnerabilidad de las poblaciones civiles y subrayaron la necesidad de desarrollar tácticas médicas de defensa rápidas y robustas para combatir la amenaza del uso terrorista de este organismo “
Prof. Les Baillie
Pero el equipo de Cardiff espera trabajar con pacientes en Turquía y Georgia, donde la infección es un problema.
El carbunco se encuentra comúnmente en las pezuñas de animales como ovejas y cabras, pero puede infectar a los humanos cuando las esporas se inhalan, se ingieren o se tiene contacto con ellas.
Los síntomas de la infección pueden inicialmente ser similares a los de influenza pero si no se tratan la enfermedad puede matar en unos días.
El profesor Baillie, que previamente trabajó en programas de vacunas de carbunco con el ejército de Estados Unidos y el Ministerio de Defensa británico, expresa que la mayoría de la población mundial era susceptible a la infección con B. anthracis.
Señala que el temor por un potencial uso de ésta como arma biológica se ha incrementado desde 2001 cuando cartas que contenían esporas de carbunco fueron enviadas a varias oficinas de medios de comunicación y a dos senadores en Estados Unidos, matando a cinco personas e infectando a otras 17.
“Los ataques en el servicio postal de Estados Unidos en 2001 pusieron de manifiesto la vulnerabilidad de las poblaciones civiles y subrayaron la necesidad de desarrollar tácticas médicas de defensa rápidas y robustas para combatir la amenaza del uso terrorista de este organismo” expresa el profesor Baillie.
El investigador afirma que en el pasado no había forma de exponer éticamente a las personas a esta enfermedad.
“Así que buscamos una parte del mundo donde la infección es un problema. Allí se inmuniza a la gente (con la vacuna) y se observa si los incidentes de ántrax disminuyen” dice.
Como parte del proyecto, será establecido un centro de investigación en Georgia que apoyará el estudio de la enfermedad y ayudará a mejorar la vida de la gente en la región.
En el Reino Unido se han visto brotes de carbunco en años recientes entre usuarios de drogas que consumen heroína contaminada.
El tratamiento temprano con antibióticos es esencial para ayudar a que el paciente se recupere y la actual vacuna se da a los miembros de los fuerzas armadas y aquéllos que tienen probabilidades de estar en contacto con el carbunco.