Mejora tu dieta y reduce el riesgo de padecer cáncer
Sabemos que cada día te llega mucha información en materia de prevención del cáncer. Si bien es cierto que evitar al 100% de esta enfermedad no es posible, nunca está de más adoptar hábitos saludables que nos permitan controlar un poco más la probabilidad de padecerlo.
Si tienes antecedentes genéticos o quieres adoptar el firme propósito de mantener una alimentación sana, adecuada a tus necesidades y, ante todo, consciente, entonces no te pierdas estos sencillos consejos.
El vínculo entre una alimentación adecuada y el cáncer
La relación entre la alimentación y el cáncer no es determinante, pero sí eleva la probabilidad de desarrollar esta enfermedad o no.
A día de hoy son muchas las investigaciones que nos muestran que un gran porcentaje de las muertes relacionadas con el cáncer tienen que ver con hábitos de vida incorrectos como fumar, beber, la falta de ejercicio y una dieta poco saludable.
Lamentablemente todos conocemos casos de personas que, aun manteniendo unas rutinas saludables, fallecen por cáncer de mama, colon o hígado. ¿A qué se debe? La verdad es que, a día de hoy, la ciencia no tiene respuestas ante esto.
No obstante, se trata de eliminar riesgos en el día a día, de enfocar nuestra vida enmejorar al máximo esos aspectos que sí podemos controlar, como es el tema de la alimentación.
- Existen alimentos que pueden servir al cáncer como “combustible”, y uno de ellos es, por ejemplo, el azúcar.
- Hemos de cuidar también de no excedernos en el consumo de carne roja.
- La proteína láctea es otro elemento peligroso que deberíamos consumir con equilibrio.
- Los refrescos o las bebidas azucaradas son esos alimentos cotidianos que también tendríamos que aprender a sustituir. Cuando tengamos sed, es recomendable beber agua y evitar estos productos artificiales.
Consejos para mejorar tu dieta y reducir el riesgo de cáncer
Aumentar el consumo de fruta y verdura
Sin lugar a dudas ya has oído en muchas ocasiones la necesidad de aumentar el consumo de frutas y veduras en nuestra alimentación.
Ahora bien, la relación entre estos alimentos y el cáncer es muy interesante por estos aspectos:
- Las frutas y verduras tienen menos grasa, más fibra y más nutrientes que combaten el cáncer.
- Los antioxidantes, las vitaminas y minerales que componen frutas tan saludables como los limones refuerzan el sistema inmunológico, nos permiten tener un organismo más alcalino y, por tanto, nos ayudan a combatir el cáncer.
- Según nos explican los nutricionistas, la mayoría de nosotros estamos por debajo del mínimo diario recomendado: cinco porciones de frutas y verduras.
- Consumir verduras que contienen carotenoides como, por ejemplo, zanahorias, coles de Bruselas o calabazas, nos puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de pulmón, boca, faringe y laringe.
- Las dietas ricas en verduras sin almidón, como el brócoli o espinacas, nos protegen contra el cáncer de esófago y estómago.
- Comer naranjas, fresas, guisantes, pimientos, verduras de hoja verde y otros alimentos ricos en vitamina C también puede proteger contra el cáncer de esófago.
No a los alimentos “con aditivos” y sí a los alimentos “enteros”
¿Qué queremos decir con el término “alimentos enteros”? Es fácil de entender. En nuestra dieta siempre será conveniente consumir alimentos lo más cercanos a su forma original. Es decir, que no estén procesados, o que en el caso de la fibra, sean de “grano entero”.
- Siempre será mejor comernos una manzana que beber un vaso de jugo.
- Es más recomendable un plato de avena con pasas en vez de una galleta de avena con pasas.
- Es mejor un poco de chocolate negro sin azúcar, que un pastel de chocolate.
La importancia de la fibra para combatir el cáncer
Los alimentos de origen vegetal siempre serán de gran ayuda para luchar contra la incidencia del cáncer. Y una clave de sus beneficios está precisamente en la fibra:
A pesar de que nuestro organismo no puede digerir la fibra, lo que hace en realidad esmantener nuestro sistema digestivo limpio y saludable.
- Nos permite mover toxinas y elementos de desecho que pueden enfermarnos, y derivar, por ejemplo, en un cáncer colorrectal y otros cánceres comunes del sistema digestivo.
- La fibra se encuentra en frutas, verduras y sobre todo en granos enteros.
- Buscamos ante todo la “fibra sin procesar”, eso quiere decir que las harinas blancas o el pan de molde son más peligrosos que beneficiosos.
4 aspectos cotidianos que debes tener en cuenta en tu alimentación
No se trata de eliminar la carne de nuestra dieta y llevar una dieta vegetariana o en su extremo, vegana. Los expertos nos dicen que la carne debe ser un acompañante del plato y no la pieza principal.
- La carne debe ser magra, nunca procesada.
- No debemos eliminar por completo las grasas de nuestra alimentación. La clave está en consumir grasas saludables, como por ejemplo, las no saturadas:
- El aceite de oliva
- El aguacate
- El aceite de coco
- El salmón
- El atún
- Las semillas de lino o linaza.
- Prepara los alimentos de forma saludable (por ejemplo, al vapor).
- Adereza tus alimentos con plantas medicinales como el romero, el jengibre o la cúrcuma. Evita la sal.