Morrison sobre por qué Digesett gestiona tránsito con el semáforo funcionando: Me hacía la misma pregunta

¿Cómo es posible que si un semáforo está funcionando a la perfección se le ponga un agente de la Dirección General de Tránsito Transporte Terrestre (Digesett)? (Deben) quitar el semáforo o el agente de la Digesett.
Esta fue la pregunta que le realizó este jueves el senador de Monseñor Nouel, Héctor Acosta, al director del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), Milton Morrison, mientras era interpelado por el órgano legislativo para que responda sobre la alarmante cantidad de siniestros viales que continúan ocurriendo en el país.
«Eso yo me lo preguntaba antes de estar en el Intrant. Estoy de acuerdo con usted: cuando un semáforo funciona, no se necesita la intervención humana, porque eso funciona. No tiene que estar; el agente tiene que estar viabilizando la intersección», afirmó.
Aunque Morrison dijo estar de acuerdo con el planteamiento del senador, no explicó el motivo que evidencia la necesidad de poseer a un agente fiscalizador del tránsito en una intersección en la cual el semáforo no presenta ningún inconveniente.
“En el Intrant se trabaja con la Digesett, diciéndole y orientándole cuáles son las calles, le decimos hasta dónde deben poner los agentes…”, dijo. Sin embargo, expresó lo siguiente: «Lo ideal hubiera sido que tuviésemos un sistema como el que había en la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet). Amet era regulador y operador. Lo que pasa ahora es que la Ley 63-17 que hicieron los legisladores dividió el tema, entonces yo (el Intrant) regulo, digo lo que hay que hacer, pero es otro quien lo hace…», expresó sin abundar más sobre este tema.
DEBILIDADES PARA SANCIONAR
Al iniciar su intervención dirigida a los 32 representantes de la cámara alta, Morrison explicó su perspectiva sobre las actuales debilidades que aún impiden reducir los siniestros viales, señalando dos puntos en específico: “la educación vial y el sistema de sanciones”.
Morrison, quien dijo utilizar las referencias de países desarrollados en la seguridad vial como España, indicó que el 75 % para garantizar el respeto de los dominicanos al conducir radica en el “régimen de consecuencia, aplicación de la ley, multas y apresamientos”. “Tenemos que atacar la raíz del problema, con el régimen de consecuencia”, dijo, aclarando que la forma correcta de tipificar los casos viales es utilizando la palabra siniestro y no accidente, ya que quien se moviliza tomando alcohol o siendo imprudente no está cometiendo un error, sino un delito en contra de la ley.
Las conclusiones de Morrison, expresadas a los senadores, fueron claras: No hay ningún régimen de consecuencias; (el actual) tiene fugas y limitaciones que no permiten operar.
Además, hay acciones que no está cumpliendo la Procuraduría General de la República (PGR) para asegurar el pago de las altas multas que establece la ley; las empresas no están cumpliendo con sus planes de seguridad vial corporativos. Sumado a esto, señaló la falta de capacidad que afecta a la Digesett, la cual no cuenta con las grúas ni los agentes suficientes para supervisar el cumplimiento de las normas del tránsito en el parque vehicular dominicano, que supera los 6 millones de diferentes tipos de vehículos.