La historia de Danielle, una mujer de 34 años residente en Andover, Hampshire, y madre soltera de un pequeño de 6 años de edad llamado Ethan, es tan conmovedora como increíble.
Todo empezó como cualquier otro día. Danielle había dejado a Ethan en la escuela y se dirigía a una reunión. Era una mañana lluviosa, lo que le dio la sensación de que algo podría salir mal.
“El clima era tan malo que ni siquiera podías ver los autos frente a ti (…) Llevaba unos 25 minutos de sobra antes de mi reunión, así que decidí detenerme en la estación de servicio que encontré en el camino y esperar un poco“, relata la mujer en declaraciones recogidas por el diario Mirror.
“Sabía que el agua en el camino era una mala noticia al ver el reflejo de mi auto en el suelo, pero era demasiado tarde. Solo pensé: ‘Oh, Dios, esto es muy, muy malo’, y el auto dio vuelta por los aires“, dijo.
El auto de Danielle rodó siete veces sobre el asfalto antes de estrellarse, y aunque hizo todo lo posible para minimizar el daño usando su brazo para apoyarse en el techo, su cuerpo sufrió severas lesiones: una ruptura de espalda y cuello, y laceraciones en su garganta debido a los trozos de vidrio que inhaló.
Danielle cayó en un coma de 16 días mientras los doctores trabajaban por salvar su vida. Su brazo derecho tuvo que ser amputado en una cirugía de 36 horas y su pronóstico no era nada alentador.
En búsqueda de un milagro, los padres de Danielle decidieron grabar un mensaje de Ethan hacia su madre, el cual decía lo siguiente:
“Hola, mami. Soy yo. Estoy con ‘Nanny’ y estoy a salvo. Tú solo tienes que hacer lo que los doctores dicen para que puedas estar mejor y despertar pronto. Te amo, mami“.
La madre de la joven reproducía la cinta una y otra vez mientras le contaba a su hija algunas cosas que Ethan hacía en la escuela. Finalmente, Danielle despertó.
“Mamá y papá estaban llorando al lado de mi cama, pero yo no podía hablar por tantos tubos en mi garganta y las heridas (…) Traté de decirles que lo sentía, pero no sabía por qué me estaba disculpando“, dijo Danielle.
La mujer permaneció en el hospital por cinco semanas mientras recuperaba la movilidad de sus extremidades. A 18 meses del accidente, ella recuerda aquel traumático episodio pero se muestra agradecida de estar viva y de tener a su hijo.
“Pudo haber sido peor. Sigo viva y solo agradezco a Dios que Ethan no estuviera en el auto (…) La gente me pregunta cómo sobrellevo las cosas, pero no tengo elección más que seguir adelante“, dijo Danielle.