Mundo Curioso: Tribu Hombres Bubal

En nuestros viajes virtuales por el mundo, nos detenemos con frecuencia a contemplar algunas de las más peculiares culturas y costumbres de la Tierra.

Esta vez  nos trasladaremos hasta la frontera entre Kenia y Somalia para conocer a los Hombres Bubal, una singular tribu que se caracteriza por el descomunal tamaño de sus testículos.

Los hombres Bubal son los seres humanos con testículos más grandes en todo el mundo y esto no se debe a alguna alteración genética ni nada parecido, el “misterio” está en lo que ingieren. Para esta tribu, las vacas representan una parte importante de sus vidas, ¿la razón? Los varones, se alimentan desde la infancia hasta que se casan de la sangre menstrual de las vacas.

Por espantoso que pueda parecer, para los Bubal, la ingesta de flujo menstrual es la cosa más normal del mundo. Según ellos, lamer la vagina de las vacas, es una muestra de “fuerza y valentía” y los hace “guerreros fuertes”.

Sin embargo ¿cuál es la relación entre el tamaño de sus genitales y su peculiar costumbre?, de acuerdo con científicos italianos que investigaron el caso, la sangre menstrual vacuna, contiene vitaminas B6, B12, D, E, hierro, calcio, potasio, magnesio y fósforo, además lógicamente, ingerir el flujo menstrual, aporta una cantidad innumerable de hormonas que son las causantes del asombroso tamaño.

Las dimensiones de los de los testículos de estos hombres pueden alcanzar hasta 80 cm de diámetro, por lo que algunos pueden prácticamente sentarse sobre sus genitales. Pese a ello, según han determinado los estudiosos, el tamaño singular no afecta la capacidad reproductiva de los hombres. No obstante, en cada generación se permite a algunos niños abstenerse de la práctica, debido a que llegado el tiempo de procrear descendencia, sus genitales enormes resultan una complicación para desarrollar vidas sexuales normales.

A nosotros de este lado del mundo, estas tradiciones, pueden parecernos pavorosas, pero al igual que los hombres Bubal, hay muchas otras tribus y culturas en la Tierra con prácticas igualmente asombrosas, aunque no impliquen necesariamente sus genitales.