Oscar Taveras se prepara para la vida en MLB
JUPITER, Fla. — Si el prospecto de San Luis Oscar Taveras no cumple con las expectativas esta temporada, no va a ser por falta de guía o de preparación.
Antes de que los Cardenales llegaran a los entrenamientos primaverales, el manager Mike Matheny dejó que Carlos Beltrán, Yadier Molina y Jon Jay supieran que él contaba con ellos para ayudar a guiar a Taveras a través de su primer campo de entrenamiento primaveral de la Toronja con el equipo grande. Los veteranos llegarían al casillero de Taveras cada mañana en el Roger Dean Stadium para ofrecerle sugerencias o metas para el día, hasta que Beltrán y Molina se fueran para jugar por Puerto Rico en el Clásico Mundial de Béisbol y Jay asumirá una responsabilidad mayor como mentor.
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Es posible que Taveras comience la temporada en Triple A.
Taveras recibe puntos a desarrollar en su juego en los jardines de parte del coach Chris Maloney y ayuda con el desarrollo de su juego mental en el plato de parte del coach de bateo John Mabry. No se trata tanto de un caso de microgerencia o de tener a Taveras con niñeros, sino de guiarlo por la forma de trabajar en la organización mientras sea joven y moldeable. Los Cardenales saben que los hábitos que se aprenden de forma agresiva a los 20 años pasan a ser parte de la personalidad de un pelotero. Así que si Taveras falla en correr duro por la línea de primera base o si se le olvida la situación en los jardines, alguien se va a encargar de decírselo de forma gentil pero firme.
“Ha tenido muchos mentores en esta primavera, si esto es posible”, dijo Matheny. “Ha tenido que absorber mucha información, pero eso es perfecto. Eso es lo que esperamos que sea un buen alumno. Y hasta ahora lo ha sido”.
La rutina no es tan sofocante como podría pensarse. Al menos en cuatro ocasiones al día, los Cardenales le dan a Oscar la oportunidad de ser Oscar.
“Cuando se para en la caja de bateo”, dijo Matheny, “nos salimos del medio”.
Taveras, bateador zurdo, es todo concentración desde el momento en que se para en el plato, se sacude el exceso de tierra de sus zapatos y hace un hueco en el terreno con firmeza con su pie izquierdo. Tiene una forma de batear ruda, pero se mantiene firme ante los lanzadores zurdos y tiene la habilidad de halar lanzamientos pegados o de conectar pitcheos en la esquina de afuera hacia la banda contraria. Algunas cosas le salen de forma natural.
Taveras batea .296 con dos jonrones y un OPS de .815 en 54 turnos en esta primavera, y ha mostrado suficientes herramientas para sostener las esperanzas que se tienen de él. Keith Law de ESPN colocó a Taveras segundo en su lista de los 100 mejores prospectos del 2013, justo después del prospecto No. 1 Jurickson Profar de Texas y por encima de Dylan Bundy de Baltimore. Baseball America, quien ubica a Taveras detrás de Profar y Bundy, alaba su “coordinación suprema de mano-ojo” y su “habilidad innata para destrozar lanzamientos”.
El juego de “¿A cuál ex Todos Estrellas se parece?” ha provocado algunas comparaciones interesantes. El ex gerente de Grandes Ligas John Hart apuntó a lo más alto cuando dijo que Taveras le recordaba a un joven Barry Bonds. Y muchos escuchas mencionan a su compatriota dominicano Vladimir Guerrero, a pesar que Vlad tenía una habilidad especial para hacer contacto sólido con la pelota a pesar de violar muchas leyes del buen bateo. Su cabeza podia balancearse fuera de control y su lado poderoso se veía débil, pero él lograba encontrar la manera de mantener atrás sus manos y conectar un cohete hacia las bandas de poder. En contraste, el swing de Taveras es más fluído y bonito ante los ojos de los fanáticos.
A sus compañeros de equipo también les gusta jugar el juego de las comparaciones. Cuando el jugador del cuadro de San Luis Daniel Descalso mira el juego de Taveras, le recuerda a cierto jardinero bateador zurdo de los Rockies de Colorado.
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“Carlos González es una buena comparación”, dijo Descalso. “Esa la he escuchado varias veces. Es un tipo que abanica duro, pero es un swing violento y controlado, si es que eso es posible. Sé que se tienen muchas expectativas sobre él, pero si [Taveras] te recuerda a alguien&”
Al ritmo que va, pronto Taveras dejará su propia huella en el deporte. Firmó como agente libre con un contrato de $145,000 en el 2008, y ha pasado las primeras cuatro temporadas de su carrera como professional a través del sistema. Los Cardenales dejaron que se saltara al equipo Palm Beach en la liga Clase A alta del estado de Florida la pasada temporada, y Taveras logró números de .321/.380/.525 con 23 jonrones y 94 remolcadas para el equipo Doble-A Springfield.
Taveras ha demostrado una habilidad impresionante para ponerle el bate a la pelota. En 1,410 apariciones en el béisbol professional, tiene 190 ponches y 115 bases por bolas. Respecto a eso, se parece bastante a Guerrero, quien conectó 449 jonrones y tuvo slugging de .553 en 16 temporadas en Grandes Ligas en las que nunca llegó a los 100 ponches en una campaña.
Hablando en términos prácticos, haría más sentido que Taveras comience la temporada con el equipo Triple-A Memphis. Los Cardenales tienen a Matt Holliday en el jardín izquierdo, Jay en el central y Beltrán en el derecho, y una ofensiva que llegó en segundo puesto detrás de Milwaukee en la Liga Nacional con 765 carreras anotadas en el 2012. A menos que suceda alguna lesión o algún declive imprevisto en el rendimiento de Beltrán en su año final de contrato, los Cardenales pueden darse el lujo de enviar a Taveras de vuelta a las menores y dejar que redondee su juego mientras que logran dilatar el inicio de su reloj de tiempo de servicio.
Cada día en Florida trae una nueva oportunidad para mejorar. En la derrota 3-2 ante los Mets el lunes, Taveras conectó tres hits, corrió las bases de forma agresiva y logró sacar un corredor, pero también recibió un pequeño regaño de parte del cuerpo de coaches cuando fue atrapado fuera de concentración y dejó que le pasara una pelota por encima de su cabeza en el jardín derecho. Al día siguiente ante Miami, los Cardenales colocaron a Taveras en el jardín central, y estaba listo desde el inicio. Luego de dos bateadores al inicio del juego, corrió hasta la zona de seguridad para atrapar un batazo de Plácido Polanco. Momentos después, atrapó otro elevado e hizo un tiro fuerte y certero a la intermedia para mantener la doble matanza.
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Hablamos con él sobre la urgencia de cada lanzamiento, y como un lapso mental puede costarle al equipo. El béisbol no es solo un juego de todos los días, sino un juego de cada jugada. Él sabe que eso es algo grande para nosotros — el estar listo para cada lanzamiento.
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— El manager de los Cardenales Mike Matheny sobre Taveras
“Hablamos con él sobre la urgencia de cada lanzamiento, y como un lapso mental puede costarle al equipo”, dijo Matheny. “El béisbol no es solo un juego de todos los días, sino un juego de cada jugada. Él sabe que eso es algo grande para nosotros el estar listo para cada lanzamiento”.
La tradición organizacional es palpable en los entrenamientos de los Cardenales, donde los jugadores pueden ver a Red Schoendienst corriendo en un carrito de golf o a los miembros del Salón de la Fama Lou Brock o Bruce Sutter ponerse un uniforme y darles algunos sabios consejos. Descalso tuvo que pellizcarse recientemente cuando estuvo atrapando roletas en la intermedia y practicando dobles Matanzas con Ozzie Smith, quien todavía puede jugar a los 58 años.
Pero el proceso es más acerca de que los veteranos ayuden a los chicos a aprenderse y valorar el legado organizacional de ganar. Chris Carpenter lo hizo para Adam Wainwright y Jaime García, Skip Schumaker ayudaron a Descalso en la intermedia, y ahora Beltrán, Molina y Jay se han unido para acortar la curva de aprendizaje de Taveras.
“Los Cardenales se enorgullecen de su profesionalismo, del trabajo duro y de hacer las cosas de la manera correcta”, dijo Holliday. “Para un chico que no habla mucho inglés, es de mucha ayuda tener a tipos como Yadi y Carlos quienes han experimentado muchas cosas diferentes en este juego. Obviamente los muchachos estadounidenses también lo pueden ayudar, pero es un gran ejemplo para él que los pueda ver. Ellos son dos super trabajadores y son peloteros que han logrado manejar bien su éxito y que están dispuestos a ayudar a los más jóvenes”.
El semestre primaveral de Taveras en la Universidad de Júpiter consiste de más cosas que solo béisbol. Tres veces a la semana toma clases de inglés gracias a la oficina central de San Luis. Cuando Matheny estaba en la Universidad en Michigan, su ex-coach, Bill Freehan, lo convenció de tomar clases de español porque sabía que eso lo ayudaría a lograr sus metas a largo plazo en el deporte. Matheny, convencido de que la comunicación es una calle de dos vías, es partidario de que los jugadores jóvenes de los Cardenales aprendan inglés.
“Es algo grande para todos nuestros jóvenes, el ayudarlos a aprender el juego, y darles la confianza para que se sientan bien de ellos mismos”, dijo Matheny. “Especialmente en este nivel. Oscar tiene muchos micrófonos en su cara ahora, por lo que tratamos de ayudarlo en lo más que podamos”.
Mientras Taveras hace sus entrevistas con la ayuda del coach José Oquendo, el receptor Tony Cruz o el asistente de operaciones deportivas Luis Morales, ha hecho progresos considerables en un año. Cuando no está en la computadora o aprendiendo nuevas frases en el salón de clases, se la pasa recogiendo pedazos de conversaciones en ingles con sus compañeros estadounidenses o viendo películas de acción (con subtítulos) en televisión.
Una vez comienzan los partidos y Taveras se para en la caja de bateo, él interpreta el rol principal en su propia cinta de acción. Como demostró Albert Pujols durante su corrida memorable de 11 temporadas en San Luis, las verdaderas superestrellas construyen su legado desde el suelo y se enorgullecen de su defensiva y del corridor de bases al igual que su ofensiva. Pero el bateo es el lenguaje internacional del béisbol, y Taveras ha estado lo suficiente en el deporte para saber que tiene un don especial a su disposición.
“Yo sé que es algo natural”, dijo Taveras a través de Morales, “pero tengo que trabajar duro con él todo el tiempo”.
Y a los Cardenales no les gustaría de otra manera.