¡Papá cocina hoy!
¿Que los hombres se esmeran cocinando? Sí, eso es muy cierto. Su universo se transforma cada vez que encienden las hornillas para contagiar amor a sus seres queridos, pero sobre todo a sus hijos. Nos encantó conversar con estos caballeros que no dudan en ponerse el delantal y contarnos su experiencia.
1 ¿Qué tipo de comensal eres?
Yo como de todo. Cuando fui estudiante en Nueva York pasé mucha lucha y aprendí a comer cualquier cosa, desde lo más sofisticado hasta lo que hubiera. Me gusta la comida buena, pero no tengo inconveniente al comer.
2 ¿Cuál fue el motivo por el que cocinaste la primera vez?
¡El hambre! En Chavón y Parsons había que resolver por uno mismo; mi primer plato fue una berenjena asada que, a pesar de que mi mamá me explicó la receta por teléfono, terminó siendo un desastre. Comencé a ver programas de cocina y a leer recetas hasta que se convirtió en un “hobbie”.
3 ¿Cuándo supo tu esposa que cocinabas y cómo fue la reacción al probarla?
Desde siempre. Cuando la conocí yo tenía una columna gastronómica y en nuestra primera cita todos, en el restaurante, me conocían. Para mí es un arte y como lo mío siempre ha sido el arte es otra manera muy completa de explorarlo. A ella le encantó y quedó impresionada, aunque debo decir que nuestra pelea más fuerte en nuestra historia fue por un plato que preparé que para ella fue muy picante y se enojó bastante porque entendió que no la tomé en cuenta.
4 ¿Qué te motiva a cocinar?
Yo improviso, siento que canalizo mi creatividad y me motiva a socializar a través de ella.
5 ¿En qué se convierte la cocina cuando cocinas?
En un encuentro interactivo.
6 ¿Involucras a tus hijos?
Sí, les gusta ayudarme a poner la mesa, picar los vegetales…
7 ¿Qué te piden a gritos tus hijos que les cocines?
Carne al grill y con más frecuencia pizza.
8 ¿Se te ha quemado alguna comida u otra eventualidad?
Quemado no, pero sí otros accidentes como baja en sal, mezcla de sabores que no funcionan, picante… pero nunca se me ha quemado.
9 ¿Alguna “maña” al cocinar?
Tomo vino, se lo echo a la comida y pongo música. Y no me gusta que usen ninguno de mis cuchillos. Hay pleito si descubro que los han usado (ja, ja, ja).
10 Paternidad y cocina, ¿en qué se traduce?
Todos los martes comemos en este piso diseñado para compartir (aquí está la cocina), disfrutamos mucho todos en familia.