Pechos firmes y energía sexual: los supuestos beneficios de beber sangre de cobra ¿Quién se anima?
(CNNGo) – En un día cualquiera en Jalan Mangga Besar, en Yakarta, Indonesia, la llegada del atardecer da inicio a la actividad de los puestos callejeros.
Los vendedores de comida despliegan sus herramientas y empiezan a cortar y a freír. Los vendedores de jugos, a su vez, exprimen las frutas y sirven las bebidas.
Y en medio de los puestos de arroz frito, de frutas tropicales y de comida de mar, los viajeros más observadores que pasen por esta área en el centro-norte de la ciudad podrán ver grandes jaulas llenas de cobras negras, arrastrándose y mostrando sus lenguas.
Para vendedores como Dani, dueño de uno de los puestos en la calle, no hay nada atemorizante o extraño sobre las jaulas que están en el piso a un lado de la vía.
Así se gana la vida.
Los puestos de cobras abren alrededor de las 5 p.m. y se mantienen activos hasta la 1 a.m.
Las pancartas de tela que cuelgan en los puestos tienen dibujos de cobras con ojos rojos brillantes y ofrecen medicinas tradicionales y otros elementos de un menú exótico que incluye lagartijas, monos y murciélagos.
Pero la mayoría de clientes van por las cobras.
En una noche, los vendedores pueden ganar entre 55 y 111 dólares. Los clientes regresan para tomar tragos de sangre de cobra, para comer satay de cobra y para comprar medicinas que están empacadas en contenedores plástico en las mesas de madera.
Mientras hablo con Dani él muestra una lista de beneficios de salud que se obtienen por tomar un trago de sangre de cobra y por consumir los otros productos de serpientes que él vende.
Los hombres pueden esperar mayor rendimiento sexual; las mujeres, pechos más firmes, así como una piel más clara y suave. La sangre de cobra también puede curar eczema y artritis, dice Dani.
Para una experiencia más formal, un restaurante de cobras, King Cobra, también está ubicado en la calle y ofrece un amplio menú con una gran variedad de serpientes, incluyendo pitones.
Sólo hay que tener cuidado de dónde se pisa al caminar por la calle Mangga Besar. Un vendedor, al que se le conoce como ‘Cobra’, sonríe y dice que ocasionalmente las serpientes se escapan de sus jaulas.
Dani llega a su puesto –que tiene hace nueve años- con una bolsa de malla verde llena de serpientes. Vierte la bolsa en un balde de agua para bañar a las serpientes antes de ponerlas en la jaula.
Cuando los consumidores toman asiento en su puesto, él saca una cobra y envuelve con cinta su boca para que no escupa.
Beke, asistente de Dani, es un empleado multitarea, pues escribe mensajes de texto en su teléfono en una mano mientras sostiene una cobra con la otra.
Los vendedores tratan de seleccionar la serpiente más dócil, una que no se mueva frenéticamente cuando llegue el momento de colocarla sobre una tabla de madera que sea cortada.
Cuando un consumidor ordena un trago de sangre de cobra, aparece en escena el cuchillo de carnicero.
Algunos vendedores insertan la cabeza de la serpiente en una pinza de madera, mientras que otros sostienen al animal con firmeza con sus propias manos hasta que las cortan.
Después de que se quita la cabeza, con frecuencia la lengua de la serpiente sigue moviéndose y la cabeza se retuerce en la tabla de madera por varios minutos antes de quedarse quieta.
La serpiente decapitada es manejada con cuidado para asegurarse de que no se pierda nada de sangre.
Hasta la última gota de sangre es vertida en una taza. Los tragos son muy populares entre los clientes y los vendedores matan al menos diez serpientes cada noche.
Las mujeres beben sangre de cobra esperando tener una piel suave y saludable mientras que la mayoría de hombres esperan ganar más energía y resistencia sexual.
Los vendedores no alimentan a las serpientes, ya que a que no quieren que los clientes reciban un ratón medio digerido con la sangre.
Aunque el Islam prohíbe beber sangre, un vendedor asegura que cuando se hace por razones de salud es permitido hacerlo.
La sangre de cobra es mezclada con arak, un licor hecho de palma, y con partes de la serpiente. La sangre de cobra es espesa y sabe al alcohol con el que se mezcle. Los vendedores ofrecen vasos de agua para pasar el trago de sangre.
Fundado en 1965, el restaurante King Cobra, ubicado en el número 93 de la calle, tiene un patio lleno de jaulas con gran variedad de serpientes.
Un empleado saca a una pitón gigante de su jaula y metódicamente la mata y saca su vesícula biliar. Una bebida que se vende en 27.75 dólares contiene bilis de las vesículas de pitón, cobra negra y otras serpientes.
Para aquellos que no están interesados en consumir sangre de serpiente, también se venden ungüentos, aceites y cápsulas médicas de serpientes en todos los puestos con un precio de alrededor dos dólares por pieza.
También se venden partes de lagartos que supuestamente son buenos para la piel.
Devi es una de las dos mujeres que trabajan en los puestos de cobras. Después de matar a una serpiente para un trago de sangre, le quita la piel y empieza a cortar la carne en pequeños trozos.
Ella balancea el plato de carne encima de la jaula de la cobra mientras inserta los trozos en pinzas para asar la carne sobre carbones calientes.
En la calle, una porción de satay carne de cobra se vende en 2.20 dólares y en el restaurante King Cobra cuesta un dólar más.
Se ofrece un acompañamiento de salsa de maní y salsa soya con la carne, que sabe muy parecido a la de pollo. Un vendedor dice con orgullo que incluso después de haber vendido productos de serpiente por 11 años, el satay de cobra sigue siendo su plato favorito.