Pescadores mexicanos reconocen incrédulos al náufrago del Pacífico: «Es él, es “La Chancha”»
Pescadores mexicanos han reconocido con incredulidad en las fotos alnáufrago salvadoreño rescatado en un atolón de las islas Marshall que afirma haber sobrevivido a la deriva durante 13 meses en el Pacífico tras haber partido desde la cosat del sur de México a pescar tiburones.
«Es él, es “La Chancha”, no hay duda», dijo Jorge Rodríguez, uno de los hijos de Guillermino Rodríguez Solís, el patrón del náufrago. Reaccionó así al ver las fotos del superviviente mostradas por los periodistas que se desplazaron hasta la localidad de Chocohuital, en el municipio de Pijijiapan, en el estado de Chiapas, al sudeste de México, según relata AFP. Allá fue visto por última vez a “La Chancha”, apodo con el que se conocía a José Salvador Alvarenga y que describe a personas corpulentas.
Según Guillermino Rodriguez, el patrón de Alvarenga, el salvadoreño de 37 años partió el 20 de noviembre de 2012, un mes antes de la fecha señalada por el náufrago. Dice haber comunicado con él «una vez por radio», pero antes de que cambiaran bruscamente las condiciones meteorológicas. Por la jornada de pesca Alvarenga y su compañero Ezequiel iban a cobrar 1.500 pesos (unos 75 euros), pero se complicó cuando empezó a soplar un viento muy fuerte, recoge La Jornada.
«Cuando vimos que soplaba el viento del norte y que no volvía, salimos a buscarle, pero no respondía», cuenta Guillermino. «Se hizo lo que se pudo». Pidieron ayuda a las autoridades locales que realizaronbúsquedas durante cuatro días con la ayuda de un helicóptero.
Las fotografías mostradas por los periodistas alteran el pueblo de pescadores. Apenas pueden creer la odisea de Alvarenga. Para los pescadores que conocen multitud de historias de naufragios, nadie ha podido sobrevivir 13 meses en alta mar. «Estamos sorprendidos, pero ahora que le veo en televisión, no hay duda, es él», dice William Uscanga, otro pescador.
«”La Chancha” ha reaparecido», anuncia a Guillermina Morales, conocida por todos como la «Tía Mina», a cuya casa acuden los pescadores a comer.
Según Mina, Alvarenga llegó hace muchos años de El Salvador con su hermano para, como otros miles de inmigrantes, ir a buscar trabajo a los Estados Unidos. «A “La Chancha” le gustó esto y se quedó. Su hermano se fue a Estados Unidos», dice Tía Mina.
Entre México, donde Alvarenga ha vivido al menos 15 años, y las islas Marshall, en la Micronesia, hay más de 12.500 kilómetros de distancia.
A su llegada a Majuro, la capital de este archipiélago del Pacífico, este hombre corpulento, cuyos cabellos se han decolorado con el sol y su barba hirsuta, parecía estar en una sorprendente buena forma física, cinco días después de haber pisado tierra en el aislado atolón de Ebon. No parecía tener los labios agrietados, la piel quemada por el sol o presentar otros signos de una prolongada exposición a los elementos.
Alvarenga dijo haber sobrevivido alimentándose de aves y peces crudos y bebiendo agua de lluvia, sangre de tortuga y su orina. Su compañero de infortunio, Ezequiel, un joven de entre 15 y 18 años, murió al cabo de cuatro meses porque vomitaba y era incapaz de alimentarse de animales crudos, según relató el pescador salvadoreño.
Escepticismo entre los expertos
La sorpresa de los compañeros de Alvarenga es compartida por los especialistas. «Hay personas que han sobrevivido mucho tiempo en una balsa salvavidas, pero nunca un hombre se ha mantenido tanto tiempo. Si su historia es verdadera, entonces es excepcional», dijo a la AFP Hilmar Snorrason, presidente de la IASST, una asociación para la seguridad y la supervivencia con sede en Southampton (Reino Unido).
El doctor Jean-Yves Chauve, se muestra «escéptico sobre esta historia en cuanto a su duración».
«La comida que ha tomado, peces, aves marinas, aportan únicamente proteínas que, si bien son útiles para la musculatura, no son suficientes para el funcionamiento del cuerpo humano, que necesita de glúcidos. Sin azúcar, no funciona, en primer lugar se verían afectadas las neuronas», explica el médico.
Más extraño, según Chauve, es «su falta de vitamina C, que se encuentra en las frutas y legumbres, principal causa de mortalidad en el mar en la época de Cristóbal Colón. Debería presentar signos de carencia en los dientes, encías sangrantes, agotamiento, que él no tiene», subraya. No se sorprende sin embargo de que el pescador no se hubiera cruzado con ningún barco en el Pacífico «donde el tráfico marítimo es mucho menos intenso que en el Atlántico».
Los medios neozelandeses apuntan hoy a que el superviviente salvadoreños podría iniciar este viernes su viaje de regreso a El Salvador gracias a la coordinación de las autoridades de las Islas Marshall, México y Estados Unidos. Alvarenga se encuentra en Majuro a la espera de la aprobación de un visado de tránsito para efectuar la primera parada de su viaje en Honolulu, la capital del estado estadounidense de Hawái, según «Radio New Zealand».