Policía de Nueva York prueba el uso de Google Glass
Las imágenes de las acciones policiales en los Estados Unidos, grabadas desde la cámara de un patrullero, son algo común y suelen llegar a nuestros televisores en algún programa de televisión. En el futuro es posible que encontremos mucho más material de este tipo. Actualmente el Departamento de Policía de Nueva York está probando los anteojos creados por Google para acompañar a sus agentes en sus tareas diarias. Esta organización ha tomado parte del programa Explorador de los Google Glass, empleando los dispositivos en actividades de patrullaje e investigación.
Los usos para los anteojos podrían ser muy beneficiosos y transformarlos en una herramienta obligada para las fuerzas del orden. Una posibilidad es laidentificación de sospechosos a través de bancos de datos de imágenes y la eliminación de reportes escritos a mano y el tiempo que demandan para los efectivos.
Google no está trabajando de forma oficial con el Departamento, la Policía de Nueva York se inscribió al programa y recibió algunos modelos. Las pruebas que realiza la entidad son por su cuenta. Los únicos requisitos que pone Google para acceder al programa es ser mayor de 18 años y residir en los Estados Unidos. Cada par de anteojos cuesta unos USD 1.500 aunque la compañía estaba trabajando para reducir el precio.
El Departamento de Policía señaló que cree que los dispositivos pueden ser una valiosa herramienta. Sin embargo todavía se está evaluando cuál podría ser el impacto en el trabajo cotidiano de los agentes. Uno de los posibles problemas que podría presentar esta implementación es la preocupación por la privacidad que han expresado ya algunos ciudadanos y empresas. Por otro lado en California una ciudadana recibió una multa por usar los anteojos mientras manejaba. Aunque posteriormente le retiraron la pena por no poder comprobarse si en efecto estaba utilizando el dispositivo mientras manejaba. Es de suponer que la policía también tendrá que configurar su propio código de uso. En todo caso un agente al que no se le puede confiar unos anteojos inteligentes tampoco debería tener un arma.