Pollo a la canela
Empezaremos limpiando los muslos de cualquier resto de plumas que puede tener y los salamos.
Ahora picamos la cebolla muy fina y la pochamos en una cazuela con un poco de aceite de oliva.
Una vez tengamos la cebolla bien pochada añadiremos los muslos de pollo, los dientes de ajo pelados y enteros y el palo de canela.
Cuando los muslos estén dorados vertemos en la cazuela el vino blanco y cocinamos durante 20 minutos hasta que el alcohol se evapore, añadiendo un vaso de agua para que no quede demasiado seco.
Para guarnecer este pollo freiremos unas patatas panaderas, las cuales añadiremos al pollo una vez esté guisado.
Este guiso, al igual que los demás, estará mucho más rico si lo consumimos al día siguiente de su elaboración. Lo guardaríamos en una fiambrera y reservaríamos en el frigorífico hasta el día siguiente. Justo antes de servir, le daríamos un hervor en la cazuela para calentarlo.
La carne de pollo se caracteriza por su bajo contenido en grasa. Además, esta carne contiene muy pocas purinas, por lo que puede ser consumida por personas que tengan niveles de ácido úrico elevados.
La cebolla presente en esta receta, además de ser rica en vitaminas y minerales, contiene también sustancias de acción antioxidante, muy beneficiosas para la salud.
En cuanto a la patata que acompaña al pollo, es rica en hidratos de carbono complejos (almidón).
La canela le confiere un sabor muy aromático a este plato, pudiendo evitarse la adición de sal, dato que deberán tener en cuenta aquellas personas con problemas de retención de líquidos o con hipertensión.