¿Por qué los atletas corren en contra de las agujas del reloj?
A finales del siglo XIX, las competiciones deportivas y las actividades al aire libre experimentaron un auge inusitado entre la población, sobre todo en las clases medias y altas. En Reino Unido, uno de los lugares en los que está práctica tuvo más éxito, el deporte rey fue el atletismo. Aquellos deportes de competición en forma de carrera de resistencia o de velocidad se convirtieron en el gran pasatiempo de la época. A falta de un órgano internacional que regulase el desarrollo de estas pruebas, los aficionados decidieron concretar sus propias normas.
En el caso de las carreras, los atletas británicos optaron por seguir las normas de circulación de su país, que obligaban a circular por el carril izquierdo. Acordaron que la primera calle sería la situada a la izquierda en el sentido de la marcha, siendo este el opuesto al movimiento de las agujas del reloj. Cuando en 1912 se fundó la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), se mantuvo la norma por la que los atletas corrían en el sentido antihorario. Actualmente, el reglamento para la celebración y el control de las pruebas de atletismo de la IAAF establece en su artículo 163 lo siguiente: “La dirección de la carrera se efectuará teniendo el bordillo de la calle interior a la izquierda (…)”. En ese mismo documento, en el artículo 213.3 se estipula que “el sentido de la carrera se efectuará teniendo a la izquierda el bordillo o línea interna (…)”.