¿Por qué nos da sueño después de comer?
Esta terrible sensación de sentir la llena y pesada y estar soñoliento antes se atribuía al desgate energético del durante el proceso digestivo, pero el investigador de la Universidad de Manchester, en Inglaterra, Denis Burdakov junto con su, demostraron que una subida casi imperceptible de glucosa disminuye sensiblemente la actividad neuronal y eso es lo que nos provoca el sueño.
Ese odioso momento en que después de comer queremos estar en nuestra camita, aunque sea por 10 minutos, pero en vez de eso debemos seguir en el o en las clases, es algo muy común y tiene que ver no solo con la acción de comer, sino con lo que comemos.
Es decir, que esa somnolencia puede ser más o menos fuerte dependiendo de lo que comamos. Tras su investigación se supo que la glucosa hace descender las orexinas (un tipo de proteínas cuya misión es mantenernos alerta) que participan en la regulación del ciclo diario de sueño y la vigilia en el control del apetito, lo cual nos disminuye las gans de estar activos.
Hay otras teorías que indican que el sueño nos llega simplemente porque hemos estado despiertos por ocho horas y el organismo pide un descanso necesario.
¿Qué hacer para no caer de sueño?
El mejor remedio para terminar con la somnolencia tras la comida es tomar una siesta de 10 o 15 minutos (no más, porque se corre el riesgo de despertar más cansado), pero como eso no siempre es posible, se puede jugar con la alimentación.
De acuerdo con el estudio de los investigadores de la Universidad de Manchester, para no caer de sueño después de comer, es importante:
– Evitar las comidas ricas en carbohidratos y grasas (pastas, carnes rojas con mucha grasa).
– Optar por las comidas ricas en proteínas (pescado, lácteos, semillas, embutidos, huevo, hígado, pollo)
– No ingerir bebidas alcohólicas
– No comer en exceso
– Descansar entre 7 y 8 horas en la noche
– Beber agua
– Comer una manzana después de comer
Fuente: Cristina Salmerón/ Terra