Práctica irregular de notarios es vieja
Las prácticas irregulares de los notarios es un viejo problema que está asociada a su formación y a la falta de adecuación a la modernidad de las herramientas con que trabajan, según consideró ayer el abogado, Harold Modesto.
Dijo que modernamente no son necesarias las presencias de las partes en acto de legalización, y lo que debe hacer es mayor control y formación de los notarios, que no debe ser una materia del derecho.
“Son cosas que han estado ahí acumuladas. En la República Dominicana, a pesar de la nueva Ley de Notarios esas conductas están muy arraigadas. Esos casos que ustedes denuncian no están vinculados al cambio de la ley, sino a una cultura arraigada”, dijo el profesional del derecho, entrevistado a través de la vía telefónica.
Explicó que el notario es formado en la universidad dentro del programa de la licenciatura en derecho, “donde ves una sola asignatura de derecho notarial”.
Dijo que esa asignatura no lo forma para que el notario se capacite hacia “ciertas prácticas distintas que hay hoy en el ejercicio de la notaría”.
“Yo creo que algo que podría ayudar en la situación es dotar al notario de herramientas tecnológicas de las que hacen en el día a día, y algunos mecanismos de seguridad adicionales”, dijo.
Consideró que a pesar de que la presencia de las partes es importante, no es fundamental a la hora de hacer los actos, y solo está mal “que se hagan sin un previo acuerdo entre las partes, o falsear un acto”.
“En resumen. No es nada nuevo, los notarios generan actos sin la presencia entre las partes; lo segundo es que la formación del notario no está lo suficientemente definida en el país, y lo tercero es que deben generarse los cambios necesarios para dotar a su ejercicio de nuevas herramientas como las tecnológicas que doten de mayor seguridad esos actos, pero que también desburocraticen la forma en que están configurados”, concluyó.
Un trabajo de este diario revela que el 80 por ciento de los 115 notarios que están sometidos a juicios disciplinarios incurrieron en la práctica de legalizar actos sin la presencia de las partes, o sea, que no vieron si las personas firmaron, la mayoría de ellos realizados para la venta y transferencia de bienes muebles e inmuebles.
Otros fueron sometidos por legalizar permisos de viajes de menores en los cuales uno de los padres había falsificado la firma del otro, y un reducido grupo ha participado en embargos irregulares, que han terminado en atracos, porque fueron sustraídos bienes.
Algunos notarios enjuiciados han brindado sus servicios para testamentos y herencias.
De cuatro notarios que recientemente fueron suspendidos provisionalmente por la Comisión Disciplinaria del Colegio Dominicano de Notarios, dos tenían la costumbre de dejar hojas en blanco, firmadas y selladas, en fotocopiadoras y en una cafetería, para que sean vendidas a los abogados que requieran sus servicios notariales. Se determinó, además, que habían legalizado firmas de personas fallecidas.