¿Cómo podemos saber si estamos realmente en forma? Esta cuestión quizá pueda parecer sencilla, pero no siempre damos con la respuesta correcta. Por estos motivos, el entrenador Tom Wanless indica en el Daily Mail una serie de preguntas que nos ayudarán a obtener más información sobre nuestro estado de forma.
A todos nos gustaría poder decir que estamos en buena forma, que la práctica de ejercicio nos resulta placentera y la disfrutamos, alejados de los agobios y malestares físicos. Sin embargo, hay una importante cantidad de personas que se encuentran lejos de un buen nivel de forma. La OCDE calcula que uno de cada seis españoles sufre problemas de sobrepeso, cifras que aumentan entre los niños.
A pesar de que la cantidad de población con sobrepeso sigue aumentando, también es cierto que en estos últimos tiempos se ha incrementado el número de aficionados al deporte. El running, el triatlón o los ironman se están convirtiendo en auténticos fenómenos sociales. Muchos son los casos de personas que comienzan con el único fin de ponerse más en forma y el ejercicio termina por ser una especie de droga que cada vez les motiva más y más.
No hay nada de malo en la práctica de ejercicio si esta es controlada, pero con la mejora es posible que aparezca la obsesión por la perfección, puesto que siempre existe la posibilidad de superarse.
1. ¿Cuánto tardamos en normalizar nuestra respiración?
Cuando una persona está en forma es capaz de realizar un esfuerzo físico sin ahogarse. Si nuestra capacidad pulmonar no sufre, la práctica de ejercicio será más satisfactoria. Parece evidente, pero normalmente la mejor respuesta es la más sencilla.
2. ¿Cuál es nuestro tiempo de recuperación?
Es importante diferenciar el tiempo de recuperación con la periodicidad de nuestro ejercicio, porque una persona en forma, probablemente, estará recuperada antes de la siguiente sesión y alguien con un mal físico lo más probable es que cuando vuelva a ponerse en marcha siga todavía recuperándose. Cuanto antes se normalice el circuito cardíaco, mejor adaptados estaremos al esfuerzo físico.
3. ¿Cuánto somos capaces de correr?
Ser capaces de mantener un ritmo de carrera constante es otro de los indicadores de mayor interés. Wanless indica la milla –unos 1.600 metros– como una buena vara de medida. Considera que si una persona es capaz de correr esta distancia en 10 minutos sin acabar ahogado, puede considerarse que se encuentra en un estado de forma aceptable.
4. ¿Cuánto tiempo mantenemos tenso el tronco?
Todos sabemos que nuestros músculos pueden estar en estado de calma o tensos. La diferencia entre una persona que está en forma de una que no lo está es el tiempo que se es capaz de mantenerlos en tensión. Si logramos que nuestros músculos se encuentren totalmente henchidos durante sesenta segundos, y esto no nos supone un gran esfuerzo, es que nos encontramos en un buen estado físico.
5. ¿Llegamos a tocarnos los dedos del pie?
Habitualmente nos esforzamos para ganar en fondo físico o fuerza, pero solemos olvidarnos de otra importante característica muscular: la flexibilidad. Todos de pequeños hemos tenido que realizar estiramientos para ver si alcanzábamos las puntas de nuestros pies, pero ¿seríamos ahora capaces? La falta de flexibilidad suele ir de la mano con la ausencia de actividad y, en este caso, especialmente con músculos como los isquiotibiales. Habrá casos y casos, pero no vale responder con lo de “no, es que yo nunca he sido muy flexible”.
6. ¿Sabemos la cantidad de grasa que tenemos?
A menudo nos conformamos con saber si nuestro índice de masa corporal se encuentra dentro de la normalidad, pero también es interesante conocer la cantidad de materia grasa que poseemos, lo que nos ayudará a entender mejor nuestro estado de salud, así como si nuestros hábitos son o no beneficiosos para nuestro organismo. En muchos gimnasios nos pueden hacer las pruebas.
7. ¿Comemos de forma óptima?
Alimentarse correctamente es básico, pero también lo es hacerlo de la manera correcta. Cada comida tiene su función y, aunque en ocasiones sea complicado debido a nuestro elevado ritmo de vida, no debemos prescindir de ninguna, aunque los informes digan que siete de cada diez españoles no se sientan a comer las cinco veces recomendadas al día.
8. ¿Sufrimos estrés?
No es nada nuevo si decimos que el estrés dificulta el correcto desarrollo de nuestra vida, lo que también puede afectar negativamente a nuestro rendimiento deportivo. Como suele decirse en este tipo de situaciones, lo mejor que se puede hacer es salir a dar un paseo y disfrutar de la naturaleza para relajarse, quizá después podrá realizarse deporte de forma más satisfactoria.