Proteger la economía es ahora más importante que combatir el covid-19, según sondeo internacional
Preservar la economía, incluso si conlleva un deterioro de la situación sanitaria, es ahora más importante para una parte de la opinión pública, sobre todo en Reino Unido y Alemania, según un estudio internacional publicado el lunes.
Realizado por el gabinete Kekst CNC en Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Suecia y Japón, el estudio, llevado a cabo entre el 28 septiembre y el 5 de octubre con 6.000 personas, refleja la evolución de la opinión pública desde un anterior sondeo en mayo.
“La principal información es el cambio de prioridades del público, que ahora está más preocupado por la protección de la economía”, resume James Johnson, director del departamento de sondeos.
En Alemania, 49% de los encuestados en mayo consideraban prioritario limitar la epidemia y el 33% la protección de la economía, ahora son 40% y 39%. En Reino Unido, donde siguen habiendo muchos casos diarios de covid-19, también se ha reducido la diferencia entre las dos prioridades.
Las personas entrevistadas también se muestran reticentes a nuevas restricciones y medidas de confinamiento, incluso si la mayoría vaticina un invierno difícil: más del 50% en Japón, Estados Unidos, Alemania y Reino Unido piensan que habrá una nueva ola epidémica.
“Grandes mayorías rechazan medidas de restricción, también en el caso de que los hospitales estén saturados en invierno”, según el estudio.
Con todo, “la proporción de personas proclives a la vacunación está en alza en cada país”, añade. En Francia y Japón, una media de 80% de las personas afirman estar vacunadas o favorables a ello. Estados Unidos se ha convertido en el país menos propenso, cinco puntos por detrás de Francia.
El informe también indica un aumento de la “brecha” entre los vacunados y los no vacunados. Un 34% de los alemanes y un 33% de los suecos dicen estar dispuestos a romper las relaciones con los amigos no vacunados.
De manera general, el pesimismo sobre el futuro planea entre los seis países del estudio, con una población que piensa que habrá un aumento de las tasas y del coste de la vida en los próximos años.