Puerto Rico sin luz y con inundaciones por el huracán María
San Juan. El huracán más poderoso que ha golpeado a Puerto Rico en más de 80 años destruyó cientos de hogares, dejó sin electricidad a toda la isla y provocó fuertes inundaciones el miércoles en una embestida que podría hundir al territorio en una mayor crisis financiera.
María dejó al menos a nueve personas muertas en el Caribe, tocó tierra el miércoles por la mañana en la localidad costera de Yabucoa mientras el huracán tenía fuerza de categoría 4, con vientos de 250 kilómetros por hora (155 millas).
Se pronostica que azote a la isla con población de 3,4 millones de personas con vientos mortales durante 12 a 24 horas. “Una vez que logremos salir, vamos a encontrar nuestra isla destruida”, dijo Abner Gómez, director de manejo de emergencias.
“La información que hemos recibido no es alentadora. La tormenta ha destruido todo en su camino”, agregó.
Es la segunda ocasión en dos semanas que Puerto Rico experimenta la furia de un huracán. No hay reportes por el momento de muertos o lesionados.
Mientras María se acercaba a la isla, derribó torres de telefonía celular, tumbó árboles y provocó fuertes inundaciones, al dejar caer 50 centímetros (20 pulgadas) de lluvia hasta el momento.
Se informó que había inundaciones extensas, con decenas de automóviles sumergidos hasta la mitad en algunas zonas y muchas calles convertidas en ríos.
La gente que llamó a estaciones de radio reportó que las puertas habían sido arrancadas de sus bisagras y que un tanque de agua voló lejos.
Felix Delgado, alcalde de la ciudad costera Cataño, contó a The Associated Press que el 80% de las 454 casas en un vecindario conocido como Juana Matos estaban en ruinas.
La comunidad pesquera de la bahía de San Juan fue golpeada por una marejada de más de 1,5 metros (4 pies), de acuerdo con el alcalde.
“Pasarán meses y más meses para que no podamos recuperar de esto”, señaló.
A las 14 horas (hora de la costa este de Estados Unidos), María se había debilitado a categoría 3 con vientos de 185 km por hora (115 millas).
El vórtice estaba ubicado en la costa al noroeste de la isla y se movía a 20 km por hora (15 millas). Se prevé que pase por la costa de República Dominicana el miércoles por la noche y el jueves.
Incluso antes de que la tormenta llegara a Puerto Rico, el sistema eléctrico de la isla estaba fallando y su situación financiera estaba grave.
El gobernador Ricardo Rosselló pidió a las personas que mantuviera la fe: “Somos más fuertes que cualquier huracán. Juntos nos vamos a levantar”.
Más tarde pidió al presidente Donald Trump declarar a la isla una zona de desastre, lo que conllevaría a abrir el paso para la ayuda federal.
Muchos temen que los apagones continúen hundiendo a los negocios que ya estaban batallando por la recesión y que ha durado más de una década.
“Esto va a ser un desastre”, dijo Jean Robert Auguste, quien es dueño de dos restaurantes de comida francesa y que buscó refugio en un hotel en San Juan. “No hemos hecho ninguna ganancia en este mes”, agregó.
Más de 11.000 personas, y más de 580 mascotas, se encuentran en refugios, informaron las autoridades.
A lo largo de la costa norte de la isla, una unidad de emergencias médicas en el poblado de Arecibo se quedó sin techo, mientras que la comunicación se cortó con varios puestos de gestión de emergencia.
Un hospital y una estación de policía reportaron ventanas rotas y un árbol cayó sobre una ambulancia.
A medida de que la tormenta se aproximaba a República Dominicana, cerca de 4.000 turistas en Punta Cana, en el extremo este de la isla, fueron trasladados a hoteles en Santo Domingo, la capital.
María no representaba amenaza inmediata para Estados Unidos. Un pronóstico de largo alcance mostró al ciclón en el Océano Atlántico a cientos de kilómetros de la costa de Georgia y Carolina del Sur para el lunes por la mañana.
María, que había alcanzado la categoría 5 con vientos de 281 km por hora (175 millas), es la tercera tormenta más fuerte que toca tierra en la isla de acuerdo con una magnitud clave de los meteorólogos: la presión del aire.
Cuanto más baja la presión central, más fuerte es la tormenta y la de María era de 917 milibares, comparada con la de Irma, de 929 milibares al tocar tierra en los Cayos de la Florida hace una semana.