¡Qué mala suerte! El 2015 tiene tres viernes 13
A continuación presentamos un vistazo a esta fecha misteriosa a través de los ojos de un educador obsesionado con los números que se hace llamar Profesor 13; una periodista británica que está trasladando a su familia a un nuevo hogar el viernes 13; un profesor de Física que solía tentar al destino al romper espejos y caminar debajo de escaleras el viernes 13, y una mujer de Nueva Jersey que gusta de rescatar gatos y que suele pasar dificultades para encontrarle hogar a los que son negros.
EL PROFESOR 13
Thomas Fernsler, profesor de la Universidad de Delaware, ha estudiado el viernes 13 ampliamente, e incluso tenía el pseudónimo de Dr. 13 hasta que se enteró que había un personaje de historietas que llevaba el mismo nombre y entonces decidió cambiar el suyo para evitarse problemas legales. Ahora se hace llamar Profesor 13.
Dice que una de las explicaciones más comunes sobre el origen de la vinculación de esa fecha con la mala suerte se deriva de la Biblia. Había 13 personas en la Última Cena: Jesús y sus 12 apóstoles. La crucifixión ocurrió en un viernes, y desde entonces ambos han estado vinculados. Pero Fernsler también dice que la mitología nórdica narra que el dios Loki acudió sin ser invitado a una fiesta de otros 12 dioses y provocó la muerte de Baldur, el más querido de todos.
Hasta la fecha, a la gente no le gusta que en las fiestas haya 13 personas, señala. En París hay negocios que le rentarán a usted un 14to invitado a cenar, un profesional llamado el catorceavo. La carrera de Fernsler en la universidad comenzó de una manera numéricamente auspiciosa.
“Recibí la llamada telefónica para acudir y entrevistarme el viernes 13 de agosto a la 1:13 p.m., el 13er minuto después de la hora 13”, señaló. “Tuve que tomar la carretera federal 13 para llegar allí. Adquirí un periódico ese día, y el 103 fue el número ganador de la lotería. Así que le aposté a un caballo llamado Lucky Friday (Viernes de buena suerte), que corría en la carrera 13”. Y seguramente su caballo ganó, ¿no es asíé “No”, dijo Fernsler. “Terminó 13ro”.
LA QUE SE MUDA
La periodista británica Ellen Widdup está mudando a su familia a un nuevo hogar en la playa en Sussex, Inglaterra, el viernes 13.
“Nunca soñaría en abrir un paraguas bajo techo o poner unos zapatos nuevos sobre la mesa”, dijo. “Saludo a las urracas. Me arrojo sal sobre el hombro si se derrama. Nunca camino debajo de escaleras”. “Creo que todos somos un poco supersticiosos”, afirmó.
“Forma parte de la naturaleza humana el tratar de ejercer algún tipo de control sobre nuestra pequeña esquina del mundo. Buscamos formas de minimizar cualquier amenaza que se perciba. Desde luego que todo eso son tonterías, pero ello no nos impide hacerlo”. Y un ejemplo es ella misma: estará portando un dije con un trébol de cuatro hojas en el interior mientras se muda. “Espero que nada salga mal; culparé al Viernes 13 si algo pasa”, dijo.
EL DESAFIANTE
Eric Carlson nunca dio mucho crédito al viernes 13. De hecho, el profesor de la Universidad Wake Forest solía encabezar un grupo llamado los Escépticos de Carolina, los cuales se reunían cada viernes 13 y alentaban a la gente a hacer cosas “de mala suerte”, sólo para demostrar que el mundo no se iba a acabar a consecuencia de ello. “Deliberadamente desafiábamos las supersticiones”, dijo. “A las 13:13 me colocaba debajo de una escalera. Teníamos un gato negro falso (soy alérgico a los de verdad), y rompíamos un espejo y derramábamos sal mientras nos parábamos sobre una grieta. Nos gusta tener el control en nuestras vidas, y es muy molesto que ocurran cosas malas que no podemos controlar, así que tratamos de encontrar formas de controlar esas cosas malas. La superstición nos da una sensación de tener el control”.
Dice que nunca jamás le pasó nada malo durante o después de tentar al destino el viernes 13. “Tengo una vida buena”, dijo. “Tengo una esposa y dos hijos, y todos estamos sanos”. Además, agregó, “ser supersticioso es de mala suerte”.
LA AMANTE DE LOS GATOS
Rebecca Weber maneja una operación de rescate de gatos extraviados en las costas de Nueva Jersey, colocándolos en hogares temporales hasta que alguien los adopte permanentemente.
“Los gatos negros son los más difíciles de dar en adopción”, dijo. “La gente llama y dice: ‘quiero un gato, pero que no sea negro'”.
El viernes, el grupo de Weber realizará una promoción para que la gente adopte gatos negros. Recientemente colocó uno llamado Peyton en el hogar de Debbie Grondin, que dice ser una madre sustituta de gatos, en Lacey Township, Nueva Jersey.
“Supongo que algunas personas consideran que el negro es un color maligno”, señaló Grondin. “Pero anteriormente ya he tenido gatos negros como mascotas, y nunca me pasó nada malo”.