1. Crecieron juntas
Tus amigas y tú pasaron por exactamente las mismas cosas casi al mismo tiempo por lo que tenían a alguien cerca con quien sentirse identificadas y que pudiera dar un consejo basado en su propia experiencia. Esa conexión que hay entre ustedes queda hasta hoy e incluso pueden llegar a leerse la mente sin decir nada, como en el colegio.
2. Te han visto en tus peores momentos
Crecer implica muchos cambios y el colegio fue la época en las que experimentamos todos. Pero todas esas penas y preocupaciones no las viviste sola pues tenías a tu grupo de amigas ahí para apoyarte. Ellas te vieron sufrir por tu primera ruptura, te ayudaron a estudiar para un examen decisivo, te defendieron si alguien hablaba mal de ti o simplemente pusieron su hombro si tenías ganas de llorar.
3. Varias primeras veces fueron juntas
La primera menstruación, la primera vez que compraron sostenes, el primer juego de “botella borracha”, su primera borrachera real y podemos seguir enumerando. Tus amigas del colegio han sido tus compinches en travesuras y se han apoyado mutuamente mientras conocían el mundo experimentando cosas totalmente nuevas.
4. Disfrutaron de verdaderas fiestas
Una vivencia inolvidable del colegio eran los quinceañeros, para muchas las primeras fiestas “serias” en su vida. Las interminables llamadas preguntando qué se iban a poner, la misión de hacer que una de ustedes hable con el chico que le gustaba y el hecho de bailar como si fuera su última noche con vida son recuerdos que quedarán con ustedes para siempre.
5. Te conocen como la palma de su mano
Podrás negarlo pero no hay duda que ellas saben más cosas de ti que tú misma. Conocen cómo reaccionarás ante determinadas situaciones, aquellos platillos que odias, tu adicción por el chocolate y hasta qué talla de sostén usas. Ni intentes mentirles porque ellas se darán cuenta inmediatamente que algo escondes.
6. Están presentes en la mayoría de tus recuerdos
Si te pones a ver fotos antiguas, ¿en cuántas aparecen ellas? Posiblemente en todas. En cada anécdota que recuerdas de niñez o adolescencia, sus rostros están presentes de alguna manera. Lo mejor de todo es que las quieres tanto que de seguro formarán parte de tus futuras aventuras llenando más el baúl de memorias juntas.
7. Siempre tienen algo de qué hablar
Tus mejores amigas del colegio son ese grupo de mujeres que no conocen el significado de silencio incómodo. Aunque no se hayan visto en meses, siempre tienen un tema de conversación ameno y se ríen como a los quince años. Con ellas, te sientes una adolescente nuevamente.
8. Pese al tiempo, siguen unidas
No importa qué tan atrás quedan las épocas de colegio, el número de teléfono de tus amigas siempre es uno de los más marcados de tu celular. Así vivan en diferentes países, sus trabajos las tengan ocupadas todo el día o sus caminos sean completamente diferentes, nunca pierden la oportunidad de encontrarse o aunque sea mandarse un mensaje por Whatsapp. Esa es señal de que lo suyo es para siempre.