Recordando Nuestro Enriquillo
La historia de nuestras raíces, conserva plasmado el papel transcendental del valeroso Enriquillo, un cacique que supo enfrentar el abusivo régimen de los españoles contra su raza.
Allá en lo remoto del tiempo, cuando la isla aun estaba poblada por aborígenes, en la naciente colonia española, las autoridades indígenas del cacicazgo de Jaragua, fueron asesinadas por los europeos, y Enriquillo, entonces Guarocuya, hijo de Bohechío, debió ser criado en un monasterio, a falta de su familia.
La vida de Enriquillo, fue un modelo de crianza española, aunque de alguna manera, el joven mantuvo sus raíces aborígenes. Además, la cercanía con su tía Anacaona y Mencía quien luego sería su esposa, le mantenían atado a su gente. Y fue precisamente ese vínculo inquebrantable que hizo nacer en él, el espíritu de la rebelión por la defensa de su pueblo.
Aunque la mayor parte de su vida transcurrió con su encomendero Francisco Pérez de Valenzuela, a la muerte de este, la situación cambio drásticamente, con el trato inhumano y discriminatorio del heredero de Valenzuela. En vista de que Enriquillo no pudo hallar civilizadamente un acuerdo con la justicia española, abandonó su “españolización” y se unió a los rebeldes en la sierra de Bahoruco, desde donde armó una insurrección contra los colonos.
La sublevación indígena organizada por Enriquillo, se volvió un dolor de cabeza para los españoles, debido a que estos inmersos en la colonización de Mayas y Aztecas, habían descuidado La Española; por lo que fue fácil para los aborígenes atacarlos en masa. Ante ello, los europeos reconocieron los derechos de libertad, concesión y propiedad de Enriquillo y su grupo.
Aunque la rebelión de Enriquillo no significó libertad total para su raza, al menos fue determinante en la eliminación de abusos. Sin embargo los aborígenes se extinguieron paulatinamente debido al maltrato, y a las diversas enfermedades infectocontagiosas que atacaron la isla.
Pese a ello, Enriquillo pasa a la historia como el primer líder aborigen que enfrentó con coraje a los colonizadores, defendió su raza y mantuvo firme su postura. Como cacique fue un líder de poder, respeto y libertad para su gente, y como ciudadano español (mientras lo fue), era un digno ejemplo de civilización y cristianización.
Héroes como Enriquillo, merecen permanecer impresos en la conciencia de la gente de nuestra isla, porque nuestros orígenes, fueron desde siempre subyugados por la fuerza discriminatoria y abusiva de los colonizadores e invasores. Y Enriquillo, como Lemba (líder de los negros cimarrones), fueron puntos de partida en nuestras raíces.