Relación entre el dolor de espalda crónico y la depresión
El dolor de espalda crónico puede impedirnos realizar muchas de nuestras actividades cotidianas, y esa incapacidad puede derivar en alteraciones del ánimo por no poder llevar una vida social normal.
El dolor de espalda crónico afecta directamente a nuestra calidad de vida. La sensación de indefensión e incluso ver cómo nuestra movilidad queda reducida puede sumirnos poco a poco en un estado de tristeza capaz de derivar en una depresión.
Los expertos nos indican que todo dolor, en caso de ser crónico, afecta directamente al estado emocional de la persona, y en el caso de los problemas de espalda, suelen ser sin duda uno de los más invalidantes.
Tanto es así que, según diversos estudios, las personas con este tipo de dolencia tienen una mayor predisposición a desarrollar una depresión a corto o largo plazo, la cual, a su vez, puede intensificar aún más el dolor musculoesquelético.
De ahí la necesidad de encontrar adecuadas estrategias para mejorar nuestra calidad de vida en la medida que sea posible. Porque el dolor físico que aparece día tras día se acaba convirtiendo en ese enemigo implacable capaz de robarnos la felicidad.
Vivir con dolor de espalda crónico
El dolor crónico y persistente está asociado normalmente con problemas de artritis, migrañas, lupus y, por supuesto, dolor de espalda.
En el momento en que estas dolencias aparecen durante 10 o 15 días seguidos a lo largo 5 o 6 meses hablamos ya de un “dolor crónico”.
Un dato curioso que debemos tener en cuenta es que, según una encuesta realizada por la American Academy of Pain Medicine, solo el 58% de las personas encuentran alivio con los medicamentos que se suelen ofrecer para calmar los síntomas del dolor de espalda crónicos.
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Unos datos, sin duda, reveladores, donde queda claro que prácticamente la mitad de las personas encuestadas no encuentran mejora, con lo cual, deben hacer frente a un estilo de vida marcado por el sufrimiento.
Causas por las que el dolor de espalda puede causar una depresión
El doctor Joseph Garbely, experto en el tratamiento del dolor crónico, nos indica que, a pesar de que a mucha gente le sorprenda el hecho de que un dolor de espalda acabe derivando en un problema de salud mental, es algo realmente común.
Para entenderlo mejor solo necesitamos atender a la sintomatología del dolor de espalda crónico:
- En primer lugar, las personas con dolor de espalda crónico tienden a no dormir lo suficiente. Hemos de tener en cuenta que el sueño, así como un descanso profundo y reparador, son sinónimos de bienestar, y por supuesto, de salud.
- El hecho de pasar varios meses sin dormir lo necesario afecta directamente a nuestro equilibrio emocional. Nos sentimos cansados, abatidos, sin energías y con una clara sensación de indefensión.
- Otro aspecto que hay que tener en cuenta es que, poco a poco, las personas con dolor de espalda crónico dejan de tener una vida social de calidad y gratificante.
- Salir de casa, ir a bailar, ir a un viaje, a la playa, o incluso a cenar, supone, en primer lugar, tener que tomar un buen calmante que nos alivie un poco el dolor.
Si no lo logramos, optamos por quedarnos en casa, y el simple hecho de vernos recluidos, siendo cautivos del propio sufrimiento, cambia por completo nuestro ánimo.
Según nos explica el propio doctor Garbely, en ocasiones, la medicación para el dolor de espalda crónico puede también llevarnos a la depresión. ¿De qué manera? –te preguntarás.
- En ocasiones, y dependiendo siempre de los casos y las personas, estos fármacos ocasionan cierto embotamiento, cansancio y lentitud que hace que muchos pacientes acaben experimentando apatía, desánimo y tristeza.
Es importante tenerlo en cuenta.
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Estrategias para afrontar mejor el dolor de espalda crónico
En primer lugar, para hacerle frente, es esencial conocer las causas que ocasionan el dolor de espalda crónico. Para ello, siempre será adecuado consultar con diversos profesionales para que nos den un diagnóstico preciso y adecuado.
Una vez hemos recibido un diagnóstico, vamos a buscar no una, sino varias opciones con las cuales obtener una mejor calidad de vida. El enfoque debe ser siempre multidisciplinar.
Unidades del dolor
Cuando padecemos una enfermedad que nos ocasiona un dolor crónico, siempre es muy positivo acudir a alguna unidad especializada.
En nuestros centros médicos hay profesionales preparados que suelen atender este tipo de necesidades asociadas al sufrimiento físico.
Serán los médicos quienes nos irán ofreciendo diversos fármacos para que, poco a poco, encontremos el que mejor se ajuste a nuestras necesidades sin ocasionarnos excesivos efectos secundarios.
Fisioterapia, natación y yoga
La ayuda de un buen fisioterapeuta, así como la natación y el yoga, siempre nos darán un buen resultado mientras seamos constantes en nuestro propósito.
Evita hacer esfuerzos o movimientos que puedan alterar el correcto eje de la espalda. En ocasiones, cuando nosotros mismos intentamos hacer ejercicios en casa podemos hacernos más daño que otra cosa; por ello, sigue siempre el consejo de los profesionales.
Fortalece tu vida social
Para evitar la depresión, así como la sensación de aislamiento que suele ocasionar el dolor de espalda crónico, es imprescindible que cuidemos de nuestra vida social e impidamos siempre que el sufrimiento sea quien mueva los hilos de nuestra vida.
El dolor crónico es una lucha constante. Es una prueba de resistencia a la que hacer frente cada día, y por ello, merece la pena ser valiente y apoyarnos en las personas que nos quieren.