Escaleras, plazas, calles, bancos, entre otros. Todos los de una ciudad sirven para hacer ejercicios, según un especialista.
Decir que no haces ejercicio por falta de tiempo es una excusa, el argentino, Pablo Lacoste desarrolló una de consejos para convertir objetos y tareas cotidianas en un momento fitness.
Lo principal que aconseja Lacoste es dejar el , “para muchos la rutina del gimnasio es muy pesada. Literalmente, se aburren. Les gusta el ejercicio, pero la repetición constante en los mismos aparatos o la música a los terminan ahuyentando”, señaló.
Aprovechar el mobiliario, “los bancos de plaza, las escaleras o las mismas pendientes que hay en las veredas. La ciudad tiene muchos espacios para hacer ejercicio. Están ahí, solo que la existencia de los gimnasios los hacen invisibles. En una banco, por ejemplo, se pueden hacer desde flexiones de brazos hasta abdominales”, dijo el especialista.
Un compañero de aventura, si tienes a alguien que te de un empujoncito o con quien competir ¡Es mejor!
No te olvides de la innovación, Lacoste sostiene que hay que “acercarse a grupos nuevos también es una manera de adquirir conocimiento, que se puede sumar a la rutina propia. Desde andar en bicicleta o en patines, que son los más comunes, jugar al tenis o hasta escalar”.
Y por último usa tu rutina:
“Los que no quieren ir a un gimnasio y tampoco tienen ganas de andar haciendo abdominales en una plaza tienen alternativas. La principal es cambiar la manera en que se realizan las actividades, ponerse un poco creativo”.
1 – “Bajarse un par de paradas antes del colectivo o el subte: eso asegura una caminata obligatoria”.
2 – “Dejar de usar el ascensor para todo: en el trabajo o en casa, las escaleras están ahí. Subir seis pisos puede parecer una tortura, pero es un ejercicio genial para el corazón. Eso sí, se debe ir subiendo de intensidad con el tiempo”.
3 – “Caminar para distancias cortas: hacer las compras a pie, sacar a pasear el perro o hasta agarrar la bicicleta para ir sumando kilómetros a la rutina. El ejercicio siempre está ahí, solo hay que buscarle la vuelta para sumarlo a la vida diaria”.