SALSERO Blades inolvidable
Santo Domingo. Más que para contarlo fue para vivirlo lo que sucedió la noche del pasado sábado durante la presentación de “Cuentos y Cantos Urbanos”, un recorrido histórico musical que presentó el panameño Rubén Blades en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto.
Un escaso público ( entre unas tres mil personas) llegaron al lugar esperando una de las mejores experiencias musicales ya que conciertos como este, no es posible que se repliquen de manera tan fácil. Allí estaba Rubén, con su característica vestimenta, (traje y sombrero negros) detrás, una imponente orquesta, dirigida por Roberto Delgado, que no logró salir airosa con el sonido en un recinto que no tiene condiciones para lograr una buena acústica. Marco Barraza, Juan Berna, Avenicio Núñez, Ademir Berrocal, Juan Carlos López, Alejandro Castillo, Francisco Delvecchio e Idígoras Betancourt acompañaron a la estrella de la salsa que dejó sus mejores historias en cada una de las canciones que interpretó.
Esta vez el público tuvo la oportunidad de ver al artista desde otra perspectiva, en la cual presentó su repertorio acompañado de anécdotas y vivencias las que han llenado decenas de canciones como “Ciudad plástica”, “Decisiones”, “Las calles” “Por tu malas mañas”, “Buscando guayaba” y otros. A cada tema Rubén le hacía una introducción, en la que homenajeaba o destacaba cada situación.
Antes de interpretar “Las calles” hizo un homenaje a su madre y a todas las madres pobres que luchan, como lo hizo la suya, por darle lo mejor a su familia. De igual manera recordó a Ray Barreto, cuando cantó por primera vez junto a Willi Colón al interpretar “Por tus malas mañas”, la que definió como la canción “más malandra”. Aquí hizo una pausa para pedir por la salud del boricua Robi Draco Rosa, para resaltar al escritor dominicano Junot Díaz y a su representante, también dominicano, Ariel Rivas quien junto a Juan Toro tiene a cargo la producción general del montaje. Al interpretar “Vale más un guaguancó”, recordó que su primera presentación fue en el Madison Square Galden, cuando acababa de dejar el trabajo en el correo. Blades pidió un aplauso para el dominicano Johnny Pacheco al cantar la salsa “Juan Pachanga”, la primera que grabó con La Fania All Stars.
Luego le llegó el turno al tema “Plantación adentro”, una canción de corte social, en la que Rubén aprovechó para resaltar, en medio de la interpretación, que lo que cuenta la historia es lo mismo que sucede con los haitianos. Rubén continúo con hermosos temas como “Paula C”, “Hoy puedo vivir del amor”, “Qué es lo que pasa camaleón”, canción que escribió a Willie Colón cuando se enemistaron la primera vez. En medio de anécdotas, el intérprete deleitó con “Ojos de perro azul” -basada en cuentos del colombiano Gabriel García Márquez-, también “Maestra vida”, “El padre Antonio y su monaguillo Andrés”, “Amor y control” y “Pedro Navaja”. Fue alrededor de la 1:00 que el intérprete, cuya vocación paralela al canto es el activismo y la crítica social, se despidió del público dominicano, que no quedó muy contento con lo que presentó, ya que esperaba otras canciones exitosas como “Ligia Elena”, “Tiburón” y “Alan García”.
Rubén es un intérprete que puede contar decenas de historias y canciones, pero en el escenario es un artista frío. No es de los que se entregan a sus fanáticos. Sabe que sus canciones son para disfrutarlas, pensarlas y nada más. Un derecho adquirido Debido a acuerdos con el representante de Blades, los responsables de su presentación en el país se vieron obligados a dejar de invitar a la prensa a cubrir las incidencias del concierto. La prensa del espectáculo en el país no debe, jamás, permitir que se le utilice para publicaciones previas de un concierto, y que luego no se le dé las facilidades para llevarles los resultados del mismo a sus lectores.