¿Se puede acelerar la curación de una fractura de hueso?
Cuando nos caemos, golpeamos o tenemos un accidente que deriva en la fractura de un hueso y posterior colocación de yeso, para recuperarnos, tenemos que cumplir un tiempo determinado por el médico.
Consejos para recuperarte de una fractura
Cuando llegas al hospital o clínica luego de haberte fracturado un hueso (por la causa que sea) el médico puede optar entre 3 tratamientos o técnicas para comenzar con el proceso de curación:
- Reducción: Este procedimiento se lleva a cabo cuando dos huesos se han salido de la articulación. El movimiento que realiza el especialista es brusco e inesperado, y bastante doloroso. Pero sirve para que se recoloquen en su sitio. Es probable que así te “salves” de usar yeso por varias semanas.
- Yeso: En el caso de que la técnica anterior no sirva porque el hueso está partido o la zona quebrada no es cercana a una articulación, entonces el médico decide colocar un yeso.
Este dispositivo no solo se aplica en el área afectada, sino también en los alrededores para evitar que la persona movilice el hueso quebrado. Por ejemplo, si te quiebras el brazo, puede ir desde la mano hasta arriba del codo.
De esta manera el hueso soldará con la inmovilidad tras, por lo menos, 3 semanas (según la gravedad del caso o donde se encuentre la quebradura).
- Intervención quirúrgica: Es para los casos más graves. Esta operación se realiza para reparar la fractura. Tras ella se suele igualmente colocar un yeso para que la curación sea completa.
En el caso de que el médico haya optado por enyesarte (la opción más frecuente) es preciso que tengas en cuenta los siguientes consejos para una recuperación favorable y rápida:
Lleva una vida tranquila
No hace falta que te quedes en cama (o tumbado en el sofá) todo el tiempo que tienes puesto el yeso, pero sí que dejes de hacer ciertas actividades.
Mantén hábitos saludables
No fumes ni bebas alcohol el exceso, ya que ambos debilitan la masa ósea y reducen la capacidad de recuperación.
No fuerces la zona
Muchas personas no son conscientes de que tienen un yeso y quieren igualmente caminar, escribir o hasta hacer deporte. Esto no es aconsejable. Tampoco es bueno que hagas movimientos con la extremidad fracturada.
Coloca una almohada
Cuando vas a dormir o si estás descansando, pon un cojín debajo del yeso. Así no se te dormirá la zona y, además, podrás dejar de cargar el peso.
Cuida el yeso del agua
Al bañarte tendrás que colocar una bolsa plástica alrededor de la zona. Trata de no salir a la calle si llueve, o cúbrete bien. Recuerda que el yeso al contacto con líquidos se ablanda y se puede caer.
Si eso ocurre acude automáticamente al médico para que te coloque uno nuevo.
No insertes objetos
El hecho de estar “tapados” por tantos días provoca que los poros no puedan respirar y comiencen a transpirar. Esto causa mucha picazón. Un error frecuente es poner un palito o cualquier objeto para aliviar la comezón.
Tendrás que soportar la situación porque, de lo contrario, podrías ocasionar una infección o herida. No te pongas talcos, cremas ni aceites.
No modifiques tu yeso
Es cierto que una de las tradiciones es que tus amigos y familiares te escriban y dibujen sobre él para desearte una pronta recuperación. Eso es aceptable y te reconfortará. Lo que no está permitido es retirar el revestimiento de algodón o partes del yeso. Si alguna parte te molesta acude al especialista para que lo mejore.
Ten paciencia
Andar por la vida con un yeso no es lo más divertido del mundo, pero es preciso que conserves la calma. Guarda reposo o trata de no hacer actividades que puedan desacelerar tu recuperación.
Alimentos que ayudan a sanar huesos rotos
No hay una dieta específica para que, en cuestión de horas, tu hueso suelde. Lo que sí puedes hacer es acelerar tu recuperación y evitar que cuando el médico realice una prueba para verificar el estado de la lesión te indique más días de yeso o reposo.
Algunos alimentos buenos para tu salud ósea son:
Leche
Existe un poco de controversia en relación a la bondad (o no) de los lácteos para los huesos. Lo que sí sabemos es que la leche tiene mucho calcio, proteínas y Vitamina D. Trata de beber una taza al día para recuperarte antes de una fractura.
Naranja
El zumo de naranja natural y recién exprimido acelera el proceso de recuperación, porque aporta muy buenos nutrientes. Además, como ya seguro sabrás, cuenta con mucha vitamina C, un antioxidante responsable de sintetizar correctamente el colágeno del organismo.
Un vaso de zumo de este cítrico tiene 300 mg de calcio. Es antiinflamatorio, reduce el dolor y fomenta el crecimiento de masa de los huesos.
Yogur
Es preciso que sea sin grasa y, si es posible, natural o griego. Ocurre algo similar a lo que con la leche. El yogur ayuda a formar el llamado “callo” alrededor de la fractura.
También es un buen método preventivo en personas que suelen tener problemas óseos o los ancianos. Los aminoácidos presentes en este lácteo aumentan la absorción de calcio y la masa ósea.
Pescado
Las sardinas, el salmón y el atún son buenas opciones para que los huesos curen más rápido. Todos estos “pescados azules” tienen una buena cantidad de vitamina D, que mejora la absorción del calcio.
Brócoli
Estos “arbolitos” están repletos de vitaminas C y K. Esta última es vital para que el calcio se fije en los huesos y no se expulse del organismo a través de la orina. Además, se une a otros nutrientes para formar masa ósea y puede acelerar el proceso de curación cuando nos quebramos (está presente en el proceso de mineralización de los huesos).