Si bebes agua tu cerebro rendirá más
Dado que nuestro cuerpo está compuesto en gran proporción por agua, cuando no bebemos la suficiente podemos empezar a tener problemas de concentración y memoria, entre otros.
Ya sabrás de memoria que “beber 2 litros de agua al día es bueno para tu salud” porque hidrata los órganos y elimina las toxinas a través de la orina.
Pero ¿sabías que si consumes líquidos tu cerebro podrá rendir más? Aunque parezca algo extraño existe una relación muy estrecha entre la ingesta de agua y la capacidad mental.
¿Por qué beber agua?
Para mantener nuestra salud en buen estado, limpiar el organismo y eliminar las toxinas este líquido es imprescindible. Además, ayuda a transportar minerales y vitaminas para nutrir las células (manteniendo el equilibrio hidrosalino) y favorece la pérdida de peso.
El agua te da fuerzas cuando estás cansado, te hidrata cuando haces ejercicio y reduce el calor en verano. También colabora en el proceso de digestión y evita el estreñimiento al hacer las heces más blandas.
¿Sabías que, además, el agua reduce el riesgo de padecer ataques cardíacos o cáncer de vejiga y colon?
Se dice, a su vez, que es el elixir de la juventud eterna porque mejora la salud de la piel, las uñas y el cabello y refuerza el sistema inmunitario, por lo cual son menos frecuentes las gripes y las infecciones.
Siguiendo con sus bondades, debemos decir que beber mejora varios órganos, entre ellos los riñones. Al tener hidratación, pueden trabajar mejor y eliminar toxinas y cálculos.
El cerebro es 75% agua
El cuerpo humano es tres partes agua; por ello beber líquido es vital. En el caso de los huesos el porcentaje acuoso llega casi al 25% y la sangre en un 92%. El cerebro (al igual que los músculos) la contiene en un 75%.
¡Por ello nos hace tan bien consumirlo!
Solemos leer que para mejorar el rendimiento cognitivo hace falta jugar al sudoku, aprenderse números telefónicos de memoria o comer nueces. Sin embargo, nos olvidamos de algo tan importante como es el agua para nuestro cerebro.
Para trabajar mejor la mente necesita ese líquido vital tanto como la “gimnasia”. Sin dudas, es un consejo que deben tener en cuenta aquellos que están a punto de rendir un examen o que tienen por delante mucho estudio.
Según el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS), consumir un 2% menos de la cantidad adecuada de agua causa una disminución de la atención y pérdida de memoria.
Muchos de nuestros despistes quizás se deban a que no estamos consumiendo la cantidad necesaria de agua.
La deshidratación repercute en nuestro rendimiento intelectual. Por ello cuando hace calor y no bebemos agua nos sentimos desorientados, mareados y con poca reacción. Si no tomamos aguael pensamiento y los reflejos se ralentizan.
Los errores y olvidos serán frecuentes y nos será muy difícil focalizar nuestra atención en la actividad que estamos realizando.
- A partir del 1% de deshidratación ya empiezan los síntomas “mentales”, como disminución significativa del rendimiento de la memoria de trabajo.
- Con el 3% aparecen los dolores de cabeza, la desorientación temporal o espacial y las alteraciones en la destreza cerebral.
- Ya con el 10% menos baja la memoria y con un déficit del 15% la concentración es nula.
Beber agua, además, mantiene las funciones físicas y cognitivas en niveles normales, a la vez que regula la temperatura corporal.
En aquellas situaciones donde se requiere un mayor esfuerzo mental se recomienda consumir más líquido aunque todos los días deberíamos cumplir con, al menos, los 2 litros tan famosos.
Cómo mantener una hidratación correcta
Hasta aquí todo parece muy bonito. Ya sabemos todas las ventajas de beber este líquido elemento a diario, tanto para nuestro cerebro como para las demás partes del cuerpo.
Ahora viene la peor parte: ¿cómo alcanzo los dos litros de agua en un mismo día?
Te ofrecemos algunos consejos:
No esperar a tener sed
Cuando sentimos la boca seca, los labios agrietados y la garganta molesta al tragar ya puede ser tarde.
No hay que dejar para último momento el hábito de beber agua porque, para ese entonces, ya podríamos estar deshidratados.
Divide las ingestas
Si nos ponemos a pensar, son solo 8 vasos los que deberíamos consumir por día. Uno después del desayuno, a media mañana, en la merienda y a media tarde y dos tras el almuerzo y la cena.