Si no quiere estar gordo, haga de su matrimonio un infierno
Un estudio estadounidense revela que los recién casados que tienen un matrimonio feliz tienden a engordar progresivamente, por lo que corren el riesgo de padecer obesidad.
El estudio, presentado en la reunión anual de la Sociedad por la Personalidad y la Psicología Social, en Nueva Orleans, EE.UU., refleja los resultados de las investigaciones de un equipo de psicólogos de la Universidad Metodista Sureña de Dallas. La investigación consistió en hacer un seguimiento durante cuatro años de un grupo de 168 parejas jóvenes recién casadas (no más de seis meses) y con un matrimonio supuestamente feliz. Las parejas fueron evaluadas en cuanto a su nivel de felicidad y a su aumento o bajada de peso.
Al iniciar el análisis los maridos elegidos tenían un índice de masa corporal (IMC) cercano a 26, definida como levemente con sobrepeso, mientras que las mujeres tenían un IMC de alrededor de 23, lo que se considera un peso normal. Previamente se habían establecido varias unidades de satisfacción y por cada unidad que aumentaba se encontró que, tanto en la persona como en la pareja, el IMC crecía un promedio de 0,12 cada seis meses.
Los investigadores concluyeron que si bien el promedio de peso ganado durante los cuatro años no era alarmante, sí puede ser preocupante si se prolonga en el tiempo, pues puede conducir a la obesidad.
Básicamente, los investigadores trataban de demostrar la idea de que las personas tienden a engordar cuando están en pareja y felices. Los autores del estudio opinan que una de las principales razones para ello podría ser que ya no están en el “mercado de búsqueda de pareja”, cuyas reglas podrían alentar el mantenimiento del peso motivado por el deseo de atraer a un compañero o compañera.