Síntomas poco conocidos del cáncer de mama
La señal más clara de la presencia de un tumor es un pequeño bulto en el seno. Sin embargo, existen otros detalles para identificarlo.
Cambios en la piel de las mamas, tales como enrojecimiento, hoyuelos o arrugas podrían ser claves para detectar cáncer de mama. La Dra. Sandhya Pruthi especialista de la Clínica de diagnóstico Mamario de Mayo Clinic en Rochester nos comparte una de las preguntas que más frecuencia tienen en su consultorio.
¿Puede el cáncer de mama ocasionar otros síntomas, aparte de un bulto en el seno; debería preocuparme si siento dolor?
“El cáncer de mama sí puede ocasionar otros síntomas, aparte de un bulto en el seno. Toda mujer debe conocer bien sus senos y saber cuál es su apariencia normal a fin de que sea más fácil determinar si algún cambio representa un síntoma, y pueda acudir al médico para un examen ante cualquier situación rara”, explicó la especialista.
El cáncer de mama puede derivar en una variedad de síntomas, siendo el más obvio la presencia de un bulto en el seno. Otros síntomas también pueden ser:
– Cambios en la piel de las mamas: Por ejemplo, enrojecimiento, hoyuelos o arrugas.
– Sarpullido: El cáncer de mama también puede producir un sarpullido en la piel parecido a la mastitis, o infección del tejido mamario que suele afectar a las mujeres durante la lactancia. Si notas un nuevo sarpullido o enrojecimiento y no estás amamantando, acude a que te evalúe el médico.
– Cambios en el pezón: Otro síntoma del cáncer de mama puede ser algún cambio en el pezón, tal como una inversión o un aplanamiento mayor de lo normal. En algunos casos, la secreción del pezón también puede ser una señal de cáncer de mama.
– Dolor: Es raro que el cáncer de mama produzca dolor, y en realidad menos de 10 por ciento de las personas diagnosticadas con cáncer de mama informan que sienten dolor como uno de sus síntomas. No obstante, si sientes dolor en las mamas que parece involucrar una cierta área del seno, acude a una revisión porque puede ser síntoma de cáncer o de otra afección mamaria.
A pesar de que los cambios mamarios antes mencionados podrían ser síntomas de cáncer, vale la pena anotar que también pueden deberse a muchas otras razones. Por ejemplo, esos cambios pueden ser síntomas de otro problema subyacente o simplemente representar cambios normales que no indican la existencia de ningún problema.
Los senos de muchas mujeres cambian ligeramente durante el transcurso del mes. Eso es particularmente cierto en quienes padecen una afección común conocida como cambios fibroquísticos de la mama, situación en la que los senos tienden a mostrar más sensibilidad o irregularidad una o dos semanas antes de empezar la menstruación y mejoran alrededor de una semana después.
Dichos cambios suelen abarcar todo el seno y no solamente uno, sino ambos senos. No obstante, si después de transcurridos dos o tres ciclos menstruales todavía persiste una zona de constante engrosamiento o modularidad, lo recomendable es acudir al médico porque posiblemente se necesite evaluar la situación más a fondo con una mamografía de diagnóstico y una ecografía. Los cambios fibroquísticos suelen disminuir a medida que la mujer avanza en edad y también después de la menopausia porque el transcurso del tiempo vuelve menos denso y graso al tejido mamario.
Es importante explorarse regularmente las mamas y estar bien familiarizada con su apariencia y sensación normales, porque así se entiende mejor lo que es normal y aquello que no parece serlo. Si sospechas que algún cambio en tus senos no es normal, no lo ignores y haz una cita para que te revise el médico. En caso de efectivamente ser un síntoma de cáncer de mama, mientras antes se te evalúe y diagnostique, mejor es la probabilidad de tratarlo con éxito.
Además, recuerda que el cáncer de mama en las primeras etapas puede no ocasionar síntomas. En la mayoría de casos, la mamografía es la clave para detectar pronto el cáncer, antes de que empiecen a manifestarse los síntomas. Mayo Clinic recomienda que las mujeres empiecen con las mamografías anuales a partir de los 40 años.
Las mamografías son particularmente importantes en las mujeres con parientes diagnosticados con cáncer de mama. Mayo Clinic recomienda que ese grupo empiece con las mamografías anuales diez años antes de la edad que tenía el pariente más joven y de primer grado de consanguinidad (madre, padre, hermanos/as) cuando le diagnosticaron cáncer de mama, o a partir de los 40 años, lo que ocurra antes. Por ejemplo, si tu madre fue diagnosticada con cáncer de mama a la edad de 48 años, debes empezar con las mamografías a la edad de 38 años.
A fin de garantizar la salud de las mamas, uno debe tomar consciencia de qué es normal y qué luce diferente, buscar con frecuencia algún cambio en las mamas, cumplir con las pautas para las mamografías regulares y acudir al médico en caso de observar cualquier cambio raro en los senos. La adopción de esas medidas permitirá detectar pronto el cáncer de mama, y la perspectiva de cura a largo plazo es excelente para muchas personas cuyo cáncer de mama se detecta pronto.
Fuente: http://www2.esmas.com/salud/dia-a-dia/651993/sintomas-poco-conocidos-del…