Siquiatra favorece poner freno a malas conductas de alumnos en escuelas
El comportamiento que están mostrando muchos estudiantes en las escuelas dominicanas está preocupando no solo a maestros, sino a la sociedad en su total.
Y es que a raíz de haber circulado un video en las redes sociales, en el que unas estudiantes mostraban parte de sus intimidades, más de una historia ya se escuchan sobre la situación que se vive en los centros educativos.
Algunos atribuyen el caso a la permisibilidad que se acepta en las escuelas, donde ya no se puede sancionar a un estudiante y someterlo a disciplina por su mal comportamiento, lo que le da pie a ellos para que lo siga repitiendo. Otros entienden que es un reflejo de lo que viven y ven en la sociedad.
“Hay una indisciplina muy grande, son muy desorden, ni se respetan ellos mismos ni respetan al profesor, unos con otros no se están considerando, hay mucha violencia”, dice una mujer que se hace reserva de su nombre. Ella vendía meriendas y golosinas en una escuela y el comportamiento que estaban experimentando los estudiantes la obligó a suspender el negocio cuando uno de ellos incluso le dio una bofetada porque no quiso regalarle una golosina.
Las agresiones de los estudiantes hacia los maestros van desde insultos hasta agresión con objetos. “Uno le lanzó un zapato a su profesora, pero no se pudo suspender”, se quejó la mujer, quien entiende que no se le puede pedir un niño que dé algo que en el hogar no lo aprende.
Hoy día los educadores también se enfrentan al dilema de si corregir o no un estudiante, porque cuando lo hacen encuentran la afrenta de un padre que también se le aparece en la escuela a reclamarle por qué lo quemó o lo suspendió.
La situación mantiene a profesores y empleados en una situación de tensión, debido a que esos niños se le enfrentan a los maestros y ellos no pueden hacer nada. “Es una violencia demasiado marcada, a un nivel tan extremo que el otro día una niña llevó un cuté de juguete, parece que se pusieron a jugar con otro niño y al cuté se le rompió la cabecita, el niño la cogió y la entró en un lápiz e hirió a un compañerito con el que se puso a pelear y le dieron 10 puntos”, contó indignada la mujer. Pero para Luis, quien es maestro de un centro de excelencia, lo que está ocurriendo hoy día en las escuelas es un puro reflejo de la sociedad. “No ves esas artistas que se suben a un escenario y se van quitando la poca roma que llevan una a una hasta quedarse enseñando todo, ellos ven eso y lo ven como algo normal y lo replican pin pun”, dice.
Aunque en su centro no son comunes escenas de violencia, contó que en una ocasión en una escuela donde laboraba un estudiante le ponchó las 4 gomas al vehículo del profesor de inglés porque lo quemó.
Ante este panorama, el psiquiatra y expresidente de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría y de Sexualidad, José Miguel Gómez, entiende que esos son patrones que los adolescentes están copiando de otras culturas y lo suben a las redes para buscar validación social, lo que atribuye a una necesidad de buscar notoriedad de la persona involucrada.
Favoreció que la violencia que se experimenta en las aulas sea frenada con programas de orientación ejecutados en las escuelas.
Son los modelos de influencia, el adolescente con la crisis de identidad, siente la necesidad de validación social y entonces entran a pertenecer a un grupo social y hacer cualquier conducta impropia.
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Consecuencias
Gómez también se mostró partidario de que el estudiante que incurra en este tipo de comportamiento sea separado de la escuela por un tiempo y sometido a sesiones de terapias para que entienda que cuando se transgreden las normas hay consecuencias.
“Los estudiantes que tienen conducta de alto riesgo dentro de la escuela, evidentemente la escuela tiene que establecer consecuencias y tienen que ser separados de la escuela por un tiempo, ser sometidos a sesiones de terapias con un psicólogos, hacer trabajos sociales con la comunidad, todo esto en acompañamiento de la familia, porque si no hay sistema de consecuencias y no pasa nada, los otros lo van a hacer porque simplemente no pasa nada”, indicó Gómez.
Advierte de que esto, si no se controla a tiempo, puede devenir en daño, tanto para el adolescente como para la familia de los niños involucrados, poque la consecuencia podría ser el desarrollo de la sexualidad a temprana edad, embarazos en adolescente, que es muy alto en el país.