Tigres de Licey llegan 105 años
El más viejo de los residentes en el edificio no por antiguo ocupa un piso privilegiado. El 105 cumpleaños de los Tigres de Licey llegó y encontró al club en el sótano del residencial cuyo penthouse es ocupado por el su más acérrimo rival, las Aguilas Cibaeñas, que en fechas consecutivas amargaron el fin de semana largo de la tropa azul.
Licey estuvo compartiendo en el fondo con sus eternos rivales del Escogido, pero al acercarse la fecha del aniversario, las huestes escarlatas abandonaron el lugar al derrotarlos 10-7.
Otra vez los errores y el mal pitcheo fueron los contribuyentes principales del revés azul que dejó al conjunto con marca de 5-10 casi al completar el primer tercio del recorrido de la vuelta regular.
Hoy, más que razones para festejar, los seguidores del tradicional equipo muestran su preocupación porque Dean Treanor cuya varita mágica funcionó a la perfección en La Romana de pronto podría finalizar de la manera que lo hicieron los colegas que le antecedieron en el cargo, todos cesanteados: Tim Tolman (2007-08), Héctor de la Cruz (2008-09), Dave Jauss (2009-10), Dave Clark (2010-11) y Rafael Landestoy (2011-12).
Muchas decisiones de Treanor han sido cuestionables y ponen en riesgo su permanencia al frente del club más allá de la mitad de la campaña si no llegan los remedios que puedan detener la enfermedad: mala defensa y peor pitcheo abridor.
El domingo se produjo el debut de Vladimir Guerrero, cuyas facultades defensivas desaparecieron de su arsenal hace años, sin embargo eso no fue óbice para que sorpresivamente saliera al campo como jardinero derecho luego de un año fuera de pelota y otro (2010) en lo que su desempeño fue básicamente como designado con los Rangers.
Como era de esperarse en tal circunstancia, el candidato al Salón de la Fama de Cooperstown no lució bien como clara evidencia de que sus días como jugador defensivo terminaron.
La oficina central de Licey que encabeza el gerente general Fernando Ravelo muestra público optimismo, pero lo cierto es que el desempeño de las últimas estaciones no son motivos para que los parciales del centenario equipo compartan tal sentimiento que no se corresponde con actuaciones dentro de las líneas.
Los movimientos realizados, cambios y contrataciones, no han estado dando los resultados esperados y en un circuito donde salir delante tiene beneficios incalculables sobran razones para que la feligresía azul entrelace sus manos en señal de nerviosismo por el lento inicio del equipo.
Apropiada es la fecha para que los cambios competitivos comiencen a verse so pena de que un largo invierno le espere a la familia de los felinos que triste han visto las celebraciones en la acera contraria en esta década.
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