Trastornos de ansiedad: Entre el pánico, las fobias y los traumas
Una persona que está tranquila y de repente siente palpitaciones, dolor de pecho, falta de aire, sudoración y miedo intenso, entre otros síntomas que desaparecen luego de algunos minutos, podría haber sufrido un ataque de pánico.
Por los síntomas que presenta, esa persona llega a pensar que está sufriendo un infarto, muriendo o perdiendo el control; sin embargo, cuando acude a la sala de emergencias o a la consulta de un cardiólogo, se desconcierta al saber que todo marcha bien en su organismo.
No se conoce la causa exacta de estos episodios de pánico, pero, según el psicólogo y psiquiatra Luis Emilio Montalvo Arzeno, sí se sabe que estos suelen ocurrir por primera vez en adolescentes o en adultos jóvenes.
El ataque de pánico es uno de varios tipos de trastornos de ansiedad, cada uno con sus particularidades.
Por ejemplo, mientras que el ataque de pánico es episódico, existe una condición conocida como estado de ansiedad generalizada, que se manifiesta con falta de concentración, problemas para dormir, sudoración, mala digestión, tensión muscular, nerviosismo e inquietud.
“Son personas que están nerviosas casi siempre, en un grado mínimo, pero más o menos permanente; no es episódico”, dice Montalvo Arzeno. El estado de estrés e intranquilidad termina por desencadenar otras condiciones de salud.
“La ansiedad puede traducirse al cuerpo y empezar a aparecer en forma de síntomas, y ahí se ve cómo se juntan la parte psicológica con el cuerpo”, explica el médico.