Un desconocido Baldor cubano
¿Sabías que el autor de la temida Álgebra es en realidad un abogado y matemático autodidacta cubano, que terminó sus días en el exilio, viviendo en Miami con su familia?
Todo el que tiene más de 30 años, y pasó por el bachillerato, recuerda -casi siempre con amargura- el álgebra de Baldor. Aquel libro pesadísimo, que en su portada tenía la cara de un señor barbudo con turbante árabe, y que en su interior se llenaba de una interminable mezcla de letras y números “complicadísimos”.
Baldor era y es odiado todavía por muchos estudiantes en América Latina, donde, como en República Dominicana, es referencia obligada de álgebra, una asignatura del área de las matemáticas que se imparte en primero del bachillerato.
“No me hables de Baldor”, dice Juan Hernández, que hoy tiene más de 50 años. Recuerda que su álgebra le dejó muchas frustraciones.
Hasta 2012, en el Internet, específicamente en Facebook, una comunidad manifestaba abiertamente el “odio” a Baldor. En el grupo que se llama “Yo odio a Baldor & sé que tú también“, muchos dejaron constancia de su rechazo al célebre autor. “Llegamos a los mil!!! muchas gracias anti baldores!!!..sigan odiaandoo el librooooo!”, dice uno de los comentarios colgados en el muro.
Pero lejos de lo que muchos creen, el autor del Álgebra de Baldor no es el señor barbudo que aparece en la portada del libro. En realidad, el creador de esa obra es el cubano Aurelio Ángel Baldor de la Vega, un abogado y matemático que llegó a fundar un colegio en La Habana, y que murió exiliado en Miami, en 1978.
En un escrito que publicó en 2009 su hijo Daniel, indica que Baldor se encerraba largas horas tan sólo acompañado de lápiz y papel para escribir el texto de su álgebra, cuya primera edición se publicó en 1929, en La Habana.
Aurelio era el hijo menor de Gertrudis de la Vega y Daniel Baldor, un empresario chocolatero. Nació en 1906, y de adulto era un hombre alto y apuesto, según lo describió el cronista Sandro Mairata, uno de los pocos que se ha dignado a escribir sobre él. De lo que pudo sacarle a los hijos del matemático, encontró que era un hombre religioso (católico), amante del boxeo y admirador de José Martí. Conforme le comentó Aurelio Baldor Jr. a Mairata, el apellido Baldor tiene origen belga, aunque la familia directa proviene de Cantabria, una región del norte de España. El apellido francés es Val d’Or, o Valle de Oro.
Baldor, además, escribió la “Aritmética Teórico Práctica”, que también era un texto escolar. Ambos se publicaron por primera vez en Cuba, pero posteriormente el autor vendió los derechos a una editorial mexicana, que se encargó de expandir a Baldor por toda Latinoamérica. De hecho, algunos sostienen “que es el libro más consultado en los centros educativos, incluso más que El Quijote, de Miguel de Cervantes”.
Según sus cronistas, Baldor comenzó dando clases particulares a seis alumnos en el Vedado, en La Habana, y posteriormente su aprecio fue creciendo, hasta que fundó el Colegio-Academia Baldor, que previo a la revolución cubana de 1959, llegó a ser el centro privado más importante de Cuba, con una matrícula de 3,500 alumnos y 35 omnibus para transportarlos. Para expandir su colegio, Baldor usó parte de los beneficios económicos que le dejó la venta de los derechos de sus libros a una editorial mexicana.
“Mejor colegio no pudo haber”, le aseguró a Mairata, Sarah María Sanguily, ex alumna, promoción 1950. “Se estudiaba desde las ocho de la mañana hasta el mediodía, se almorzaba, y de ahí hasta las cuatro de la tarde. Luego seguían los estudiantes que entraban por la tarde. Era una alegría tan grande estar ahí, había una unidad entre nosotros, que el que salía quería regresar, queríamos mucho a nuestros profesores”, prosiguió la señora.
El sueño del colegio terminó en 1961, cuando la revolución lo confiscó.
En su escrito, Daniel Baldor afirma que su padre fue el educador cubano más importante entre 1929 y 1958.
Al exilio
Aunque el colegio fue confiscado en el 1961, Baldor salió de Cuba en 1960. “En julio de 1960, mi papá nos informó que nos íbamos de vacaciones a México, ya el 19 de julio salimos rumbo a México, donde permanecimos por tres meses. De allí fuimos a Nueva York, vivimos en la zona de Bayridge en Brooklyn…”. Así comenzó el exilio para los Baldor.
En Nueva York, Aurelio Baldor estudió inglés en el City College. Tras superar la barrera del idioma, dio clases de matemáticas en el St. Peter College de Nueva Jersey.
“Aurelio Baldor vivió sus últimos años en Miami, rehusando honores, y rechazando invitaciones a la vida social del exilio cubano. Familiares y amigos coinciden en que nunca le interesó la política, en que el fuego que animó sus primeros años se quedó en su isla, y en que nunca se recuperó luego de perderlo todo”, dice Mairata.
“Mi padre murió en espíritu primero”, confesó Aurelio Baldor Jr.
“En agosto (el 18) de 1975, después de haberse retirado dos meses antes de St. Peter College, y tras haberse casado su hija más pequeña, se establece en Miami, donde finalmente muere de un ataque masivo al corazón el día 3 de abril de 1978”, relata su hijo Daniel.
Según Mairata, ni Baldor ni su familia asentada en Estados Unidos han recibido regalías por las ediciones de Álgebra o de Aritmética que se comenzaron a distribuir desde México a comienzos de los años sesenta.
¿Quién era el barbudo?
Según le dijeron Aurelio Jr. y Carlos Baldor, hijos de Aurelio, al cronista Mairata, su padre eligió la imagen de Abu Abdallah Muammad ibn Musa al-Khwarizmi, o Al-Juarismi, como portada de Álgebra por la admiración que sentía por el matemático persa, cuyo nombre latinizado Algoritmi dio pie a las palabras ‘guarismo’ y ‘algoritmo’.
En las últimas ediciones del libro, la figura de Algoritmi la minimizaron tratando de desligar el libro de los árabes. El álgebra de Baldor tiene 39 capítulos. El álgebra aún se imparte en algunas escuelas y colegios de República Dominicana, aunque no con el énfasis de otros tiempos.