Una ley para la moringa: Decreto Moringa
La Moringa, también conocida en Dominicana como flor o árbol de la libertad, es un tipo de planta purificadora, oriunda de la India, que se da en el trópico y que según investigaciones tiene propiedades curativas para distintos padecimientos. La planta medicinal se ha vuelto un ‘trending topic’ hace ya varias semanas, luego de que Hugo Chávez y Fidel Castro idolatraran sus efectos, asegurando consecuencias milagrosas en el cuerpo de quien la ingiriera. Posteriormente ha llovido en los murales de los usuarios de Facebook, diferentes documentales sobre las condiciones extraordinarias de la Moringa.
Dos chistes sobre la Moringa que circularon masivamente en las redes sociales fueron: “Para la tormenta Isaac coloque Moringa en sus ventanas y puertas; esa planta detiene y desaparece todo”.
El otro chiste que circuló fue el de la comparación de la Moringa con el Senador de la provincia de San Juan de la Maguana, Félix Bautista, preguntando a la gente que en qué se parecían la planta y el legislador. La respuesta a la interrogante era: “que mientras más lo investigan, más propiedades tiene” #tutumpush.
¿Por qué decreto Moringa? Pero ustedes se preguntarán: ¿por qué el artículo se llama decreto Moringa? Era necesario iniciar este escrito explicando brevemente el actual afán con la planta de la libertad, a los fines de que pudieran comprender la metáfora no tan metáfora que a continuación pormenorizo.
Decreto No. 486-12. Recordemos que en el año 2005 el ex Presidente Leonel Fernández creó la Comisión Nacional de Ética y Combate a la Corrupción (CNECC) cuya actividad principal era la de asesorar al Poder Ejecutivo sobre los temas de transparencia y políticas anti corrupción.
Dicha comisión quedó sustituida por la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental (DIGEIG), mediante decreto No. 486-12 (cariñosamente: decreto Moringa) dictado por el Presidente Danilo Medina Sánchez. ¡Ahora es que viene la ‘Moringada’! El Decreto 486, en sus considerándoos y artículos, abarca todas las recomendaciones pendientes de la Iniciativa Participativa Anti Corrupción (IPAC), el rol de la Dirección Nacional de Persecución a la Corrupción Administrativa (DPCA), el seguimiento a la implementación de las políticas relativas a la ética e integridad del servidor público y, como si fuera poco, la mayoría de los temas que han sido reclamos de décadas de la sociedad civil sobre el tema de transparencia y combate a la corrupción. ¡Tremendo mangú!
¿Qué hace la institución Moringa? Perdón, ¿qué hace la DIGEIG? La DIGEIG, a partir del decreto Moringa, es el órgano RECTOR de: a) Libre Acceso a la Información Pública, b) Transparencia, c) Ética, d) Gobierno Abierto (Open Government Partnership, OGP), e) lucha contra la Corrupción, f) Conflicto de interés, así como de la gripe, ñañara, pie de atleta, caspa y piedras en los riñones. ¡Ese decreto creo la institución Moringa que lo previene y cura todo!
¿Y de dónde va a sacar el dinero esa Dirección Moringa para ejecutar sus funciones multifacéticas? El decreto establece, sin tope ni mecanismos de control, que los recursos saldrán directamente del Poder Ejecutivo y que podrá recibir apoyo de las agencias de cooperación internacional. ¿Cómo así? Es que la Moringa es milagrosa; y lo’ chelito’ para todos los temas que están a cargo de esta nueva institución aparecerán, sin cuidado alguno de que la DIGEIG es promotora de la transparencia, su instrumento creador abre puertas a la discrecionalidad.
Arrebatando funciones. La DIGEIG depende directamente del Ministerio de la Presidencia y tiene facultades de asesoría en materia de transparencia y lucha anti corrupción, seguimiento al código de ética de la administración pública, de investigación en los temas de corrupción administrativa, capacitación sobre los temas descritos a nivel de la administración central, seguimiento a compromisos en tratados internacionales relacionados con los temas de transparencia y corrupción, etc, etc, etc.
Es decir, esta institución arranca funciones de: el Ministerio Público, Cámara de Cuentas, Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), CONARE, Ministerio de Relaciones Exteriores, Defensor del Pueblo, Ministerio de Administración Pública, Ministerio de Hacienda, entre otras.
La intención de querer iniciar esta nueva gestión proyectando austeridad, transparencia, voluntad y empatía, ha quedado entredicho en algunas de las medidas plasmadas en distintos decretos. Sin embargo, no es nada progresista ni se corrige lo que está mal cuando se institucionaliza la dualidad de funciones en la administración pública. Las instituciones Moringa NO son milagrosas, ni mucho menos tienen propiedades curativas.