Una nueva técnica podría reparar pulmones donados no aptos para trasplantar
(Londres, 26 septiembre – EFE).- Científicos estadounidenses intentan extrapolar a humanos una nueva técnica para aprovechar pulmones donados que en un principio no son aptos para el trasplante directo, informa hoy la revista científica “Nature”.
Los pulmones del futuro estarán hechos de colágeno o caucho de silicona, y serán diseñados a partir de órganos donados despojados de sus células originales.
Estos pulmones, reparados en un laboratorio, darán esperanza a los pacientes afectados de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), una dolencia incurable que causa graves problemas respiratorios y que padecen 65 millones de personas en todo el mundo.
De ellos, sólo unos pocos miles reciben un trasplante que les salva la vida, ya que la mayoría de los pulmones que se donan cada año están dañados y no son aptos para trasplantar directamente.
Esta técnica, que exponen en “Nature” la investigadora Sarah Gilpin y el cirujano cardiotorácico Harald Ott, del Hospital General de Massachusetts (Boston, EEUU), podría hacer reutilizables algunos de estos pulmones humanos donados en mal estado.
Gilpin y Ott tratan de despojar a dos de estos órganos de sus células y material genético originales, para a continuación rellenarlos con células madre del paciente, que se diferenciarán en varios tipos y repararán los tejidos dañados.
Ott ya ha conseguido que un par de pulmones bioartificiales a los que aplicó esta técnica funcionen en ratas vivas, y ahora ambos científicos esperan extrapolar su idea a los humanos.
Si tienen éxito, estos pulmones reparados en laboratorio ofrecerían una ventaja adicional: serían mejor aceptados por el sistema inmunológico del paciente que los reciba, en comparación con aquellos trasplantados directamente de un donante, y no habría necesidad de recetarle fármacos inmunodepresores de por vida.
Sin embargo, Gilpin reconoce que aún falta mucho para que esta técnica pueda aplicarse en humanos, ya que aún se encuentran en la primera fase, consistente en eliminar las células de los pulmones humanos.
Además de obstáculos tecnológicos, los investigadores también tienen que hacer frente a dificultades en la diferenciación de las células madre, que requerirán años de estudio, pero que en su opinión no son insuperables.
En los próximos años, los casos de EPOC aumentarán especialmente en China, un país con trescientos millones de fumadores -un tercio del total del planeta-, según “Nature”.
En este país “estamos viendo sólo el pico del iceberg del EPOC. En treinta años, el número de casos va a explotar”, afirmó Don Sin, especialista en medicina respiratoria de la University of British Columbia (Vancouver, Canadá).
En este sentido, Sin subrayó que para 2030, el EPOC causará la muerte de tres millones de chinos al año, un millón más que en la actualidad, según las proyecciones basadas en las tendencias actuales publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).