Videojuegos para autistas
Los expertos indican que en el pensamiento autista la realidad es sustituida por alucinaciones y el paciente percibe su mundo fantasioso como real y la realidad como una ilusión. Es un trastorno que dura toda la vida y provoca, en diferentes grados, alteración del lenguaje y de comunicación, entre otras.
Las personas con autismo tienen una percepción del entorno diferente al resto y dificultades para percibir y procesar adecuadamente las figuras humanas. Estos aspectos juegan un papel importantísimo en esos problemas de comunicación, para lo que cualquier ayuda educativa es necesaria.
Sobre estos puntos incide “La habitación de los pictogramas” (Pictogram Romm), una de las primeras incursiones en el uso detecnologías en gente con trastornos del espectro del autismo (TEA).
Se trata de un conjunto de videojuegos, creados por el Grupo de Autismo y Dificultad de Aprendizaje del Instituto de Robótica de la Universidad de Valencia (España), en colaboración con la Fundación Orange, que se puede descargar gratuitamente en internet (www.pictogramas.org ) y que supone una forma lúdica y entretenida de avanzar en áreas claves del desarrollo.
“Es una aplicación que consta de 40 videojuegos que pretenden mejorar los objetivos educativos en personas con autismo, desarrollando puntos claves como el lenguaje corporal, la atención conjunta o la imitación”, explica Javier Sevilla, coordinador del Grupo de Autismo y Dificultad de Aprendizaje de la Universidad de Valencia.
Con estos videojuegos, los niños y adultos que presentan TEA pueden “aprender jugando”, para lo que se utiliza un sistema de realidad aumentada en el que estas personas “pueden verse en un espejo con un monigote superpuesto que imita sus movimientos, permite conocer las partes de su propio cuerpo, realizar posturas, moverse, jugar, etc.”, explica Sevilla.
Para este docente, esta herramienta tecnológica es de gran utilidad para cualquiera de las formas en las que se presentan los TEA, empezando por quienes tienen autismo de alto funcionamiento o Síndrome de Asperger, que se beneficiarán de ella aprendiendo patrones no verbales de interacción social, como los diferentes tipos de saludo y expresiones corporales implicadas en la socialización.
También para aquellos que, además de autismo, presenten una discapacidad intelectual. Estos contarán con una ayuda para comprender las relaciones causa-efecto más básicas de su movimiento corporal y de su interacción con el mundo, aprendiendo a reconocerse a sí mismas, a identificar las partes de su cuerpo y a utilizarlo con fines comunicativos.
Requisitos del sistema
Esta aplicación no funciona en videoconsolas, solo es exclusiva para PC con el sistema operativo Window 7 y solo requiere el uso del sensor Kinect de Microsoft, un dispositivo que posibilitan el reconocimiento del cuerpo humano en su totalidad. “Lo que se pretende es ayudar a comprender mejor su cuerpo, conocerlo mejor, tener conciencia de sí mismo, de sus manos, sus piernas”.
Estos videojuegos han sido probados en una treintena de niños y adultos autistas, en los que “sea han observado muchas mejoras”, avanza el coordinador de este proyecto.
“Muchos de ellos –añade Sevilla- se muestran mejor anímicamente. Al principio les puede parecer extraño, pero una vez que se familiarizan con él les gusta mucho, porque en general las personas con autismo suelen tener una gran atracción hacia las nuevas tecnologías”.
Nuevas posibilidades
Este proyecto de la Universidad de Valencia “abre nuevas posibilidades educativas, porque hasta ahora en tecnología no había grandes cosas hechas”, avanza este miembro del Grupo de Autismo valenciano que ya tiene en marcha la aplicación Azahar, para teléfonos móviles y ordenador, y próximamente en Iphone y Android, para que los autistas puedan entretenerse, aprender y comunicarse a través de estos terminales.
“De esta manera pueden aprendan cosas como el concepto de tiempo. Algo tan normal como saber que es una hora, las personas autistas tienen muchos problemas para comprenderlo porque es un concepto muy abstracto para ellos”.
Actualmente, los trastornos del espectro de autismo se estima que afectan a una de cada 200 personas, “un espectro muy amplio”, en palabras de Sevilla, que va desde personas muy afectadas hasta otras con problemas muchos menos serios que no inciden en su comprensión pero sí en sus relaciones sociales.