Vigorexia: cuando hacer ejercicio deja de ser sano
Los trastornos alimenticios hacen que quienes los sufren se vean a sí mismos con una desvirtuada, es decir, que no corresponde con la realidad. La vigorexia es de ellos, que afecta de igual modo a y a , pudiendo padecerse desde la etapa en adelante. Profundicemos más en el tema…
Qué es la vigorexia
Quienes la sufren, al observar su imagen, se ven débiles y faltos de músculo, por lo que buscan de manera compulsiva productos que los ayuden a obtener más musculatura y también entrenan de forma intensa para conseguirlo. Muchas personas caen en este trastorno cuando se obsesionan con el hecho de subir de peso. Con frecuencia, prácticas como el culturismo están relacionadas con él.
Síntomas de que se sufre de vigorexia
Cuando se realizan más de 3 horas diarias de actividad física
Comen sin límite con el objetivo de aumentar de peso
Se ven delgados cuando en realidad no es así
No pueden dejar de hacer deporte, si por algún motivo ven interrumpida su rutina se sienten mal, culpables o enojados
Cuando llegan a obsesionarse pueden aislarse en el aspecto social
Tienden a consumir esteroides anabólicos
Se siente culpa por la propia imagen
No aceptan de buen agrado las críticas
Son personas a las que les cuesta expresar sus emociones
¿A qué se debe el trastorno “Vigorexia”?
Si bien tiene un gran componente emocional, también hay otras posibles causas. Se lo relaciona con el sistema nervioso, una modificación bioquímica asociada con la serotonina.
Tal y como sucede con la bulimia o la anorexia, la vigorexia también cuenta con un componente sociocultural que influye en las personas que lo sufren. Según lo que esta entienda por belleza física, sentirá que debe tener cierto peso y musculatura para sentirse atractivo y socialmente aceptado.
Aspecto psicológico
En este sentido, puede afectarles a personas que no encuentran la forma de sobrellevar la tristeza, soledad o angustia; por otra parte, suelen tener un perfil que los hace mostrarse insensibles, ya que es un sentimiento que relacionan con la debilidad, suelen ser controladores y les cuesta manejar la ira.
El corazón, el hígado y el sistema óseo en general se ven afectados debido al exceso de comida que ingieren y que muchas veces ocasiona sobre peso. Los músculos se tornan inflexibles y pueden aparecer problemas como mareos, convulsiones, infertilidad, disfunción eréctil, problemas en la próstata, el estómago y dolores de cabeza
Tratamiento de la vigorexia
Estas personas necesitan revertir su baja autoestima y la imposibilidad de expresarse, el aspecto emocional y afectivo son muy importantes, por lo que ponerse en manos de un terapeuta o psicólogo es indispensable para tratar la vigorexia tal y como sucede con otros trastornos alimenticios.
Fuente: iM