Vin Diesel: “Cuanto más me nieguen, más triunfaré”
Las persianas medio cerradas, la tenue luz jugando con las sombras del atardecer. Fuera, la gente muere por una pandemia. En un sillón, en el centro de esta habitación, frente a la ventana, un hombre medita en silencio. Vin Diesel aparca al héroe. Diluye la ficción para darnos una lección de realidad.
Víctima de un ego alimentado por admiradores que le aplauden cada película que estrena, sentado en su sillón con la mirada entre las motas de polvo, Diesel demuestra que es un hombre de carne y hueso, atrapado por las circunstancias.
P: Ha hecho carrera gracias a las películas de acción…
R: A mí me gusta rodar escenas de acción porque es lo que le gusta al público, pero en todas mis películas hay corazón, hay emoción, hay una comunidad que se convierte en la familia de los personajes. Creo que es importante dejar una huella dentro de las franquicias
P: El género de acción le ha brindado grandes éxitos y terribles fracasos
R: No creo que haya que culpar al género en sí. Yo he tenido mucha suerte como actor. He podido trabajar con directores como Sidney Lumet y ese tipo de oportunidades tienen más importancia que si una cinta de acción funciona o no en la taquilla
P: Usted tiene la tendencia a interpretar personajes solitarios…
R: También a mí me gusta la soledad. No me considero una persona antisocial, pero no estoy cómodo cuando me veo rodeado de gente.
P: Se le tachó de ser un adicto al trabajo y, sin embargo, ahora se toma mucho tiempo entre una película y otra
R: Se habla de mí sin saber mucho de mi vida. La crítica unas veces te alaba y otras veces te destruye, pero en la mayoría de las ocasiones están
equivocados. Confío en mi talento, esa es una de mis mejores cualidades. Empecé a actuar cuando tenía 7 años y me llevó 20 conseguir que mis sueños se convirtieran en realidad. En mi adolescencia, me pasaba el tiempo diciendo que era actor, cuando en realidad
trabajaba como vendedor telefónico. No eres actor hasta que no pisas un teatro o el rodaje de una película, sin eso no puedes decir que eres actor.
P: Tras el éxito de The Fast and the Furious, Hollywood le convirtió en la gran estrella de acción
R: La fama es una espada de dos filos. Cuanto más éxito tiene tu película, más famoso eres. Aunque cuanto más famoso eres, más grande es la caída. No creo que mucha gente me haya seguido desde que empecé, para la gran mayoría del público soy una estrella que surgió con Fast and Furious. Sin embargo, nadie puede negarme, porque para hacerme un hueco en esta industria, he dirigido y he producido con mucho éxito
P: ¿Las escenas de acción las rueda con un doble?
R: Yo ruedo las que puedo, pero siempre hay un doble. Cada uno debe conocer sus límites. Ya llevo 10 películas de Fast and Furious y soy lo suficientemente responsable como para saber qué puedo y qué no puedo hacer.
P: ¿Qué le lleva a rodar estas películas?
R: Tengo un par de problemas. El primero que la gente suele olvidar que soy actor. Creen que en realidad soy capaz de rodar escenas peligrosas. Cuando me dicen: “Hey, Vin, tú puedes hacer esto”. Me da vergüenza responder: “No, es muy peligroso” y termino haciendo lo que en realidad no quiero. Eso es culpa mía. En Fast and Furious me atreví a filmar escenas de acción que me asustaron y me llevaron a pensar que soy bastante estúpido por rodarlas.
P: ¿Qué significa para usted ser productor de esa franquicia?
R: Significa que tengo línea directa con el estudio y que no tienen que verme solo como actor. En mi caso, yo nunca habría rodado otro Fast and Furious a menos que ejerciera de productor, porque no se trata solo de dinero, sino de la calidad de los guiones.
P: Ha hablado de cómo se educó en una zona humilde de Manhattan, ahora es una estrella que disfruta del éxito y el poder. ¿Ha sido difícil para usted adaptarse a su nueva vida?
R: Al principio me costó acostumbrarme a la fama. Me gusta mantener mi privacidad, vivir de forma anónima. Uno no se da cuenta de lo que realmente
significa la fama y lo que tienes que dar a cambio cuando estás persiguiendo tu sueño. Una vez que cumples tu sueño, una parte se convierte en pesadilla, porque en realidad entregas parte de tu vida. Yo he luchado mucho por guardar mi privacidad en su lugar, sin dejar que nadie meta las narices.
P: ¿Disfruta con su imagen de tipo duro?
R: Soy un tipo sensible y esa imagen no se corresponde con la realidad, pero también soy un tipo duro. Mi madre diría que educar
me en las calles de Nueva York me volvió un tipo formidable, que sabe cómo proteger su lado sensible. No podría ser artista sin entender mis emociones, que abrazo y resguardo. Cuando era joven y no sabía cuál era mi lugar, me costaba mucho reconocer mi sensibilidad. No había espacio para ser sensible. Mi gran suerte es contar con una familia que siempre ha sabido recorda
rme mi lugar, mis orígenes humildes y separar lo que está bien de lo que está mal.
P: ¿Le gusta el look de la camiseta blanca?, ¿por qué esa camiseta es su look?
R: Sí, me gusta. ¿Sabes qué? Ha sido mi estilo durante mucho tiempo. ¿Sabes dónde comenzó esa imagen? Cuando era más joven, n
o podía permitirme los supertrajes o el guardarropa que tengo ahora, pero podía sentirme bien conmigo mismo con solo una camisa de dos dólares (risas).
P: ¿Hay una parte de usted en los personajes que interpreta?
R: Siempre, hay un poco de mí en cada personaje.
P: ¿Qué tiene este personaje con lo que te identificas?
R: Supongo que me identifico con muchas cosas diferentes. He sido muy afortunado de haber tenido éxito en esta industria. Y alguien podría darse cuenta de que todo lo que hago surge del corazón, igual que el personaje.
Autora: María Estévez