Londres da paso a Río en majestuosa clausura
Londres cerró con broche de oro los Juegos que por durante 17 días se celebraron con gran éxito. Brasil será la próxima sede en 2016.
Luego de 17 días de competencias, se apagó ayer la llama de los Juegos Olímpicos de Londres en una fiesta cuyos protagonistas son el rock y el pop, géneros en los que Gran Bretaña ha prodigado al mundo artistas fabulosos, algunos de los cuales están presentes en la ceremonia de clausura.
Además del espectáculo de cierre, la ceremonia marcó la entrega de la bandera de los cinco aros de parte del alcalde londinense Boris Johnson al presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, quien a su vez la puso en manos de Eduardo Paes, el titular del gobierno de Río de Janeiro.
“Estos han sido juegos felices y gloriosos”, declaró el presidente del Comité Olímpico Internacional, quien acto seguido los declaró clausurados y exhortó a la juventud del mundo a reunirse dentro de cuatro años en Rio.
A partir de este momento, Río asume formalmente la responsabilidad de realizar los próximos Juegos.
Inmediatamente después de la entrega, comenzó un número de samba y otros géneros musicales interpretados por artistas brasileños, incluido el rapero BNegrao, Seu Jorge y Marisa Monte. Pelé bailó feliz en el estrado. Pero el rock y el pop fueron mayoritarios en la clausura.
Annie Lennox cantó en la proa de un barco fantasmal, George Michael hizo bailar a los atletas, mientras el graderío desplegaba imágenes y mensajes luminosos; Taio Cruz exhibió su herencia brasileña y británica al cantar en un auto descapotable; Jessie J se le unió en el escenario tras circular en otro vehículo. Las Spice Girls prefirieron llegar en taxis y encendieron el ánimo del público.
Un Londres satisfecho de la misión cumplida ofreció un fin de fiesta pletórico de música. Incluso John Lennon se unió al espectáculo posteriormente. Un video mostró al fallecido ex Beatle en su interpretación de “Imagine”, acompañado en el campo por un coro de niños, y mientras un grupo de personas formaban su efigie con paneles de hule espuma. El recuerdo de Freddie Mercury apareció también en las pantallas gigantes del Estadio Olímpico y los integrantes vivos lo acompañaron en el escenario.
Nueve campanadas semejantes a las que emite el Big Ben marcaron el comienzo de la ceremonia, en un escenario donde se colocaron réplicas a escala de ese famoso reloj y de otros símbolos de Londres, como el Ojo y el Puente de la Torre. Había también varios de los típicos taxis londinenses, conocidos como “Black Cabs” y envueltos en periódicos gigantescos, que comenzaron a circular por lo que fue la pista de atletismo, ahora convertida en una avenida londinense.
Tras esa escena de caos urbano, al que puso fin el grito de un imitador de Winston Churchill, vino una pausa solemne, con la llegada del príncipe Enrique en representación de la reina Isabel II y la interpretación del Himno Nacional británico, mientras cientos de personas agitaban las banderas del país. Pero de inmediato comenzó la fiesta musical, a cargo de Madness, con “Our House”.
Poco después llegaron los Pet Shop Boys, con “Eastern Boys and West End Girls”.
Una banda militar, cuyos integrantes iban vestidos de guardias de la reina, desfiló entre autobuses de dos pisos. Difícilmente se puede imaginar un escenario que haya reunido simultáneamente tantos símbolos de lo británico.
Acto seguido entraron los atletas en un desfile desorganizado, como suele ocurrir en las clausuras. Se dispusieron en torno de un escenario que formaba el “Union Jack”, el par de cruces que forman superpuestas la bandera de Reino Unido.
La ceremonia incluyó también la entrega de las medallas a los ganadores del maratón, que se realizó el domingo al mediodía.
Estados Unidos, el gran campeón
Con 46 medallas de oro, 29 de plata y 29 de bronce para un total de 104, la delegación estadounidense se convirtió, al final de los Juegos, en la campeona total de las justas. Como ya lo había hecho en otras 16 ocasiones, la delegación de los Estados Unidos se llevó la mayor cantidad de medallas y se consagró una vez más como la mejor. Luego de que pasaran las competencias de la segunda semana, la mayoría de atletismo, los deportistas estadounidenses supieron responder y empezaron a sumar incansablemente medallas al tablero.
Al final, la delegación norteamericana acabó quedándose con el título de la mejor de los Juegos con un total de 104 medallas: 46 oros, 29 platas y 29 bronces.
En el segundo lugar, como se esperaba, se ubicó China, que logró un total de 87 preseas, 38 de oro, 27 de plata y 22 de bronce. Entre los latinoamericanos, Cuba fue el mejor consiguiendo 14 medallas, de las cuales cinco fueron de oro, tres de plata y seis de bronce que le alcanzaron para el puesto 15 de la general.