El “Beethoven japonés” confiesa que no era el autor de sus obras
El compositor de música clásica japonés Mamoru Samuragochi, sordo desde los 35 años, pidió disculpas este miércoles al confesar que no era el autor de las obras que le hicieron famoso.
Apodado el “Beethoven japonés”, el compositor confesó a través de su abogado haber contratado a un “negro” para escribir sus principales obras.
“Samuragochi siente profundamente haber traicionado a sus fans y haber decepcionado al resto. Sabe que no tiene ninguna excusa”, dijo su abogado en un comunicado obtenido por la AFP.
Según el periódico Sports Nippon, el compositor se vio obligado a confesar por las amenazas de su “negro”, Takashi Niigaki, que este miércoles aseguró en una televisión local que lleva 18 años trabajando para Samuragochi.
El compositor anunció que dará una rueda de prensa el jueves.
“Empecé a utilizar a alguien para que compusiera por mí hacia 1996, cuando me encargaron la banda sonora de una película por primera vez. Esta persona me ayudó en más de la mitad de la banda original”, dijo el músico según la cadena pública NHK.
Pese a quedarse completamente sordo a los 35 años, Samuragochi continuó componiendo obras, especialmente la “Sinfonía Nº1, Hiroshima”, en homenaje a las víctimas de la bomba nuclear que arrasó esta ciudad del oeste de Japón en 1945.
En un documental emitido en marzo de 2013 por la televisión pública NHK, titulado la “Melodía del alma”, se veía a Samuragochi componer un réquiem para una niña, cuya madre murió en la catástrofe del sismo y el tsunami del 11 de marzo de 2011.
Este miércoles un presentador de la cadena pidió disculpas al público en nombre de la NHK por “no haber descubierto, pese a nuestras verificaciones, que no era el autor de sus obras”.
En el documental Samuragochi se reunía con los supervivientes que perdieron a familiares en la catástrofe.
Tras la emisión, miles de japoneses compraron la sinfonía, de la que se vendieron 180.000 ejemplares en CD, un gran éxito teniendo en cuenta que los discos de música clásica venden de media 3.000 ejemplares.
La discográfica de Samuragochi, Nippon Columbia, expresó también su “estupefacción y su cólera” por el caso.
El caso podría tener repercusiones en los Juegos Olímpicos de Sochi, donde el representante japonés de patinaje artístico, Daisuke Takahashi, tenía previsto participar con una obra del “Beethoven japonés”.
La discográfica dijo que el impostor le había “certificado ser el autor de las obras”. Antes de llevar el caso ante los tribunales, Nippon Columbia anunció que dejaría de vender los discos de Samuragochi.