¿Por qué algunas personas ven fantasmas?
Ésa es la pregunta a la que intentan responder B.R. Kartheek y sus colaboradores en una interesante revisión publicada a finales de 2013 en el International Journal of Pharmaceutical & Biological Archives.
Existen muchas y distintas enfermedades en las que aparecen alucinaciones visuales, como por ejemplo la esquizofrenia, el parkinson o el alzhéimer entre las más conocidas, aunque también en otras como la enfermedad de Creutzfeldt Jacob (la enfermedad conocida como ‘de las vacas locas’) o la demencia por cuerpos de Lewy.
Según los autores, la presencia de este de fenómenos tendría una base neural, concretamente se relaciona con la atrofia de áreas cerebrales que se dedican a la percepción visual, como son las áreas parietales.
En otro más reciente que encontramos en Progress in Neurobiology (2014), diversos investigadores australianos hacen una distinción interesante entre diversos tipos de alucinaciones y su relación con las redes cerebrales de la atención.
Diferencian entre las alucinaciones visuales simples en las que la atención no participa en la regulación del proceso perceptivo; las alucinaciones visuales complejas que se supone están relacionadas con una alteración en las redes de control de la atención (llevaría a una interpretación errónea de los perceptos ambiguos); y por último, las alucinaciones visuales complejas sin conciencia o sentimiento de que se tengan, las cuales parecen asociarse a una actividad de la red dorsal de la atención en la que están implicadas la corteza cerebral frontal y parietal dorsal posterior.
Lo mejor de conocer el fenómeno es eliminar el estigma que siempre ha tenido asociado y el poder generar estrategias de intervención adecuadas, como el entrenamiento en control atencional e inhibición, que puede mejorar este síntoma en ciertos casos y merece más investigaciones al respecto.
Fuente: Muy Interesante