Para explicarlo de una forma más simple, es el mismo comportamiento de Marty McFly en Volver al Futuro al competir contra sus amigos en una carrera de automóviles para saber quién era el más veloz.
Los premios Darwin destacan a 282 ganadores hombres frente a 36 mujeres, señala que la mayor parte de las muertes tontas ocurre cerca de Navidad y se considera la ingesta de alcohol de la víctima antes de la votación, además, para ingresar a la “competencia” es necesario que la persona muera.
Entre los más llamativos, se cuenta a un paracaidista que quiso acompañar a otros fotografiando la caída pero olvidó ponerse paracaídas, y un terrorista que envió una carta bomba, pero que al no incluir sellos suficientes le fue devuelta. Al abrirla, explotó.
Un caso emblemático es el del francés Jacques Lefevrier, que en 1999 realizó un gran esfuerzo para suicidarse. Bebió veneno, se ató una cuerda al cuello para colgarse y la ató a una roca al orilla de un acantilado, mientras se encendía fuego en la ropa y se disparó en la cabeza. Pero todo salió mal, ya que la cuerda se rompió, el sujeto cayó al mar, vomitó el veneno y el agua apagó las llamas.
Sin embargo, alguien lo encontró y llevó a un hospital, donde finalmente murió de hipotermia.
Fuente: La Tercera
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