Cinco claves del Juego 4: Golden State, en el umbral de la inmortalidad
Las Finales de la NBA podrían llegar a su fin esta noche, pero no se aflijan, ya que ese final tendría un tinte histórico de esos que te harán decir “guau, nunca había visto esto antes en mi vida”. Eso se debe a que si los Golden State Warriors ganan esta noche no solo barrerán a los Cleveland Cavaliers en su propia casa y se consagrarán como campeones por segunda vez en tres años, sino que lo harán como el primer equipo de todos los tiempos en terminar los playoffs con una marca de 16-0.
Los Cavs, por su parte, buscan dar el primer paso rumbo a una remontada inusitada. El año pasado ellos lograron revertir un 1-3 en las Finales, y ahora buscan ser los pioneros dando vuelta un 0-3.
Con este aroma a epopeya en el aire del estado de Ohio, repasamos las cinco claves de un choque potencialmente definitivo.
1. ¿Podrá Cleveland mantener la intensidad del Juego 3?
Perder una serie es una cosa, pero ser barridos en una final por tu rival más odiado y frente a tu gente es otra. LeBron James ya lo vivió en el 2007 cuando los San Antonio Spurs le pasaron la escoba en su primer gustito de las Finales, pero él debe estar determinado a que la historia no se repita 10 años después en su octavo intento.
El esfuerzo de los dirigidos por Tyronn Lue el miércoles fue loable y se vio reflejado en los 46 minutos de LeBron en cancha anotando 39 puntos, bajando 11 rebotes y repartiendo nueve asistencias mientras se tiraba al piso para disputar balones errantes.
El deseo era evidente en los cuatro rebotes ofensivos que Kevin Love bajó y en los cinco triples que JR Smith encestó tras convertir apenas cuatro combinados en los cuatro partidos anteriores.
Además, LeBron no querrá que su recuerdo de haber superado a Michael Jordan como el tercer máximo anotador de la historia de los playoffs (apenas necesita dos puntos para lograrlo) se vea acompañado por un festejo ajeno.
El nivel basquetbolístico de los Cavaliers no habrá estado a la altura del de sus rivales en los primeros tres juegos de la serie, pero su orgullo no debe tener paralelo en el cuarto. Si van a caer, que sea de pie y con el último recuerdo de una victoria en la casa que quieren proteger.
2. ¿Qué nos ofrecerá Kevin Durant esta vez?
Esa gráfica lo dice todo. Es más, sus 31 puntos en el último cuarto son apenas uno menos que lo que James, Love y Kyrie Irving tienen juntos. Y esta jugada también habla a gritos.
Durant va a ser el Jugador Más Valioso de las Finales porque es la representación más fiel de la confianza suprema. Tiene al mejor jugador del mundo enfrente suyo y le mete un triple en la cara. La única incógnita que queda es saber qué nos presentará como parte de su acto final.
¿Será una volcada que quiebra tobillos como en el Juego 1? ¿Un triple-doble con más de 30 puntos como en el Juego 2? ¿O quizás sea como Christian Grey y castigará a los Cavs con otro latigazo directo al corazón en el último minuto como en el Juego 3?
La ventaja que posee KD es que su desgaste es menor ya que él no tiene que marcar a LeBron todo el tiempo, tal y como su rival siempre tiene que ganarle mano a mano tanto defensiva como ofensivamente.
Eso se ve reflejado en los momentos decisivos que está siendo todo lo que él podría soñar y más.
3. Cleveland tiene que aprovechar los desbordes por atrás
Es lo que mejor le sale a los Cavaliers contra la defensa de los Warriors. Lo implementaron en las Finales pasadas y volvió a funcionar a la perfección en el tercer juego del miércoles, como en la inusitada volcada de Kyle Korver tras un pase precioso de LeBron.
Aquella jugada no discrimina y cualquier miembro de los Cavs es capaz de ejecutarla, mientras que Golden State no parece ser capaz de detenerla desde el año pasado.
Movimiento y precisión.
4. ¿Cuántos triples encestarán los Warriors?
En el Juego 2, ellos convirtieron 18 en el partido y eso fue récord absoluto en las Finales. En el tercer acto, sus 12 “swishes” desde larga distancia en el primer tiempo concretaron una nueva marca para triples encestados en una sola mitad de la instancia definitiva. Ah, y sus nueve triples en el primer cuarto de aquel encuentro tampoco tienen par cuando de un solo período se trata.
Sinvergüenzas inconscientes. ¿Con qué nos sorprenderán este viernes?
5. Kevin Love debe recuperar su puntería
Love es como el Dr. Jekyll y Mr. Hyde. En el primer juego de la serie anotó 15 puntos con apenas un 30 por ciento de efectividad en tiros de campo y 13 tiros en total. En el Juego 2, él encestó 12 de 23 intentos rumbo a 27 puntos, pero 72 horas después de vuelta a la inexplicable ineptitud ofensiva con nueve puntos y solo uno de nueve tiros acariciando la red.
¿Pedir consistencia cuando tu equipo más la necesita? No es mucho pedir cuando se supone que eres una estrella.